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Estudio explica las causas de la inflamación al rascarse un sarpullido: Investigan posibles aplicaciones para dermatitis

La investigación descubrió las razones fisiológicas detrás de la inflamación de la piel tras rascarse una erupción cutánea.

31 de Enero de 2025 | 20:22 | EFE / Editado por Gaspar Contreras, Emol
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Sergio Collao Oleart, Las Últimas Noticias.
Es sabido que rascarse una erupción cutánea que pica la empeora, lo que fue confirmado por un equipo científico, que comprobó que las razones detrás de la inflamación y la hinchazón causadas por el frotamiento de la piel.

El estudio, liderado por científicos de la Universidad Pittsburgh, se realizó en un modelo de ratón de un tipo de eccema (concepto que hace referencia una afección que hace que la piel se seque, pique e inflame) llamado dermatitis alérgica de contacto.

Esta afección es una reacción alérgica a factores alérgenos o irritantes de la piel —incluida la hiedra venenosa y ciertos metales como el níquel— que provoca una erupción pruriginosa e inflamada. Sucumbir al impulso de rascarse desencadena una mayor inflamación, que empeore los síntomas.

En este estudio, publicado en la revista Science, los investigadores utilizaron alérgenos inductores de picor para inducir síntomas similares a los del eccema en las orejas de ratones normales y de aquellos a los que no les pica porque carecen de una neurona sensora del picor, explica un comunicado de la universidad estadounidense.

Cuando se permitía a los ratones normales rascarse, sus orejas se hinchaban y se llenaban de células inmunitarias inflamatorias llamadas neutrófilos.

En cambio, la inflamación y la hinchazón eran mucho más leves en los ratones normales que no podían rascarse porque llevaban pequeños collares y en los animales que carecían de la neurona sensora del picor.

Este experimento confirmó que rascarse agrava aún más la piel, aseguran los investigadores.

La influencia de los mastocitos


En la investigación los científicos demostraron que el rascado hace que las neuronas sensoras del dolor liberen un compuesto llamado sustancia P.

A su vez, la sustancia P activa los mastocitos —células que se encuentran en distintos tejidos—, que son coordinadores clave de la inflamación que impulsa el picor y de la inflamación a través del reclutamiento de neutrófilos.

En la dermatitis de contacto, los alérgenos activan directamente los mastocitos, lo que provoca una pequeña inflamación y picor, explica Daniel Kaplan.

Pero, en respuesta al rascado, la liberación de sustancia P activa asimismo los mastocitos a través de una segunda vía, de modo que la razón por la que el rascado desencadena más inflamación en la piel es porque los mastocitos se han activado sinérgicamente a través de dos vías, indica el investigador.

La paradoja detrás de rascarse


Kaplan reconoce que rascarse puede ser placentero, lo que sugiere que este comportamiento debe causar algún tipo de beneficio. "Nuestro estudio ayuda a resolver esta paradoja al aportar pruebas de que rascarse también proporciona defensa contra las infecciones bacterianas de la piel".

Los mastocitos son los culpables de una serie de afecciones inflamatorias de la piel y reacciones alérgicas, pero también son importantes para la protección frente a bacterias y otros patógenos.

Por ello, los investigadores se preguntaron si la activación de los mastocitos inducida por el rascado podría afectar al microbioma cutáneo.

En experimentos dirigidos por Marlies Meisel, el equipo demostró que el rascado reducía la cantidad de Staphylococcus aureus, la bacteria más común implicada en las infecciones cutáneas.

"El hallazgo de que rascarse mejora las defensas contra el Staphylococcus aureus sugiere que podría ser beneficioso en algunos contextos", afirma Kaplan, pero "el daño que el rascado produce en la piel probablemente supere este beneficio cuando el picor es crónico".

El equipo está investigando nuevas terapias para la dermatitis y otras afecciones inflamatorias de la piel, como la rosácea y la urticaria, que supriman la inflamación dirigiéndose a los receptores de los mastocitos.
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