Dormir bien es algo difícil para una importante parte de la población
chilena. De hecho, especialistas advierten que existe un
gran problema de insomnio tanto en hombres como en mujeres, y que es un motivo frecuente de consultas en nuestro país.
En el marco del
Día Mundial del sueño que se conmemora este viernes con el objetivo de concientizar a la población sobre la importancia que tiene un descanso reparador, es relevante aclarar que
además de factores como el estrés, el uso excesivo de tecnologías, la exposición a ciertos tipos de luz también tiene un papel importante en la calidad del sueño.
"Actualmente
hay una contaminación de luz azul en general, una disminución de la oscuridad por toda esta iluminación artificial, los dispositivos inteligentes,
por tanto todos estamos expuestos a luz en periodos que deberíamos tener oscuridad. Y eso nos afecta nuestra salud y a nuestros ciclos del sueño", comenta a
Emol Andrés Silva Ruiz, neurólogo de la Clínica Somno.
Según una publicación de la Universidad Bernardo O'Higgins, se estima que en Chile
alrededor del 30% de la población sufre de insomnio en algún momento de su vida y una investigación realizada por la Universidad de Chile establece que aproximadamente el
27% de los habitantes del territorio nacional padecen de insomnio crónico- cuando los síntomas persisten por más de un mes-, lo que representa una preocupación significativa para la salud pública.
Victoria Mery, neuróloga del Centro de Trastornos del Sueño de Clínica Alemana, establece que existen varios factores que contribuyen a los problemas de sueño en las personas. Entre estos menciona los
cambios en el estilo de vida, como el sedentarismo y las largas jornadas laborales, que dificultan la desconexión del trabajo. Además, resalta el impacto del
uso excesivo de tecnologías, especialmente los dispositivos electrónicos antes de dormir, que interfieren con la producción de melatonina y dificultan el inicio del sueño.
Otro factor importante que menciona es el
aumento de problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, cuyas tasas han aumentado significativamente, especialmente después de la pandemia. Finalmente, la neuróloga señala
los trastornos del ciclo circadiano, el desfase horario debido a la globalización y el trabajo, así como la presencia constante de luz durante las 24 horas del día, como elementos que agravan los problemas de sueño.
Frente a esta situación, las
personas que tienen dificultades para dormir acuden a diferentes métodos para intentar mejorar la calidad de su descanso. Es así como varios recurren a la
melatonina,
medicamentos, o también comienzan a
meditar o realizar cambios en la rutina diaria. Sin embargo, durante el último tiempo ha crecido la popularidad de la
luz roja como otra estrategia para conciliar el sueño. Pero ¿puede realmente un color de luz ayudarnos a dormir?
Los expertos consultados por este medio señalaron
que no es beneficiosa por sí misma. Lo que hace es que afecta en menor medida la secreción de melatonina, pero no es un elemento que se recomiende para inducir el sueño.
Silva, explica que "durante la noche se secreta una hormona que es la melatonina, la cual ayuda al proceso de sueño. Sin embargo, hay luces en la noche que
suprimen la melatonina, por ejemplo la luz azul, que es la típica luz que tienen las pantallas LED, la televisión, etc., entonces puede causar insomnio".
En ese sentido, el especialista, afirma que "se ha visto que cierto espectro de la luz, que es una luz de onda lenta, de una onda más amplia, como es la
luz roja, no afectaría en la retina, ya que los receptores encargados de recibir la luz no son tan sensibles a este tipo de luz roja. Por lo tanto, al no afectar estos receptores
, la luz roja no alteraría la secreción de melatonina, ni el curso de las etapas del sueño".
Mery coincide con Silva Ruiz.
"En general las luces que son más cálidas, rojas o anaranjadas son las que menos podrían interferir en nuestro ciclo circadiano,
y serían las que uno debería preferir a las luces frías y luces brillantes durante la noche", las cuales en los dormitorios deberían tener
"menos Kelvin, idealmente menos de 2000".
¿Por qué pasa esto? Tal como plantea Silva Ruiz, la doctora establece que
"la luz afecta la liberación de melatonina. Sabemos que del espectro de luz azul, las luces más brillantes y de tonos más fríos son las que más inhiben la secreción de melatonina
. Por lo tanto la luz roja y las luces más cálidas lo que hacen es que alteran menos la secreción de melatonina".
En tanto, establece que
"la luz es uno de los principales factores que regula nuestro ciclo circadiano y hoy que estamos nuevamente expuestos a luces casi las 24 horas del día,
(las rojas) serían menos dañinas para la regulación de nuestro ciclo circadiano que las luces azules, más que ser beneficiosas per sé".
En esa línea, afirma que "hoy en día que estamos expuestos a luz artificial casi las 24 horas del día y nuestra vida es en general más indoor, se ha visto que las
luces rojas son las menos malas en el sentido que menos alteran la secreción normal de melatonina a diferencia de las luces intensas y frías que la inhiben considerablemente (y que por lo mismo son buenas en el día, sobre todo en adultos mayores, para estimular el alerta y la vigilia)".
¿Quiénes la pueden usar?
Los expertos no recomiendan que cualquier persona utilice una luz roja para dormir. De hecho,
Silva plantea que lo ve como una terapia y que para recurrir a ella se necesita de una evaluación y un seguimiento. Por su parte, Mery, plantea que lo mejor es tener una pieza oscura y en la noche disminuir la intensidad de la luz.
"La luz afecta la liberación de melatonina. Sabemos que del espectro de luz azul, las luces más brillantes y de tonos más fríos son las que más inhiben la secreción de melatonina. Por lo tanto la luz roja y las luces más cálidas lo que hacen es que alteran menos la secreción de melatonina".
Victoria Mery, neuróloga de la Clínica Alemana
El neurólogo de la Clínica Somno explica que "podría recomendarse individualmente a ciertos tipos de personas porque
aparentemente la luz roja tiene ciertos efectos sobre el ánimo. Entonces la luz roja en personas con cierto tipo de trastornos de ánimo, tendría un efecto distinto que en una persona que no lo tiene y eso habría que tener cierto cuidado". Además, asegura
que podría generar un efecto secundario como afectar los niveles de ansiedad de los pacientes.
Sin embargo, aclara que esto
no significa que esté "contraindicado" para este tipo de trastornos, sino que es relevante que los individuos recurran a ella con la guía de un especialista.
El doctor sugeriría usar esta herramienta a una persona que "por ejemplo tiene insomnio, que
usa muchas luces de noche, que tiene una
somnolencia al día siguiente importante al despertar y que no tenga un trastorno de ánimo y estemos solo buscando mejorar el nivel de vigilia al día siguiente".
No obstante, para él, la luz roja es como una terapia, ya que según explica, "
esto es como cualquier fármaco. Hay que hacerle un seguimiento al paciente que la use y que este se evalúe, ya que hay que ir monitoreando cómo ha estado su ánimo y tener ojo si es va presentando cambios.
Hay que hacerlo personalizado como se realiza con cualquier remedio".
Además, agrega que no recomendaría que cualquier individuo empiece a usar luces rojas.
"La idea es indicarla en cierto horario y de cierta manera. Por ejemplo, se puede indicar antes de dormir, se puede indicar durante la noche, pero también se puede indicar al despertar.
Asimismo se necesita que alguien diga por cuánto tiempo utilizarla, a qué intensidad y a qué distancia".
"Esto es como cualquier fármaco. Hay que hacerle un seguimiento al paciente que la use y que este se evalúe, ya que hay que ir monitoreando cómo ha estado su ánimo y tener ojo si es va presentando cambios. Hay que hacerlo personalizado como se realiza con cualquier remedio".
Andrés Silva, neurólogo de la Clínica Somno
Por su parte, Mery asegura que
"yo no recomiendo específicamente poner una luz roja para dormir. Lo que uno sí recomienda es tratar de disminuir la intensidad de las luces. Si es que uno tiene luces artificiales, que nuevamente no se esté expuesto a luces artificiales prácticamente toda la noche en la casa, que ojalá en las habitaciones las luces fueran más cálidas, más que luces frías y con las luces LED de que fueran luces que fueran de menor cantidad de Kelvin, de manera que afectará menos nuestro ciclo circadiano".
"Pero de ser posible, lo mejor para poder dormir es tener una pieza oscura. Es lo que mejor permite no interferir con nuestro propio ciclo circadiano", concluye.