SANTIAGO.- Han sido muchos los futbolistas chilenos que han salido del país para probarse en algún equipo. El caso más emblemático es el de Nicolás Córdova, que viajó a principios de 2001, le dijeron que esperara un tiempo y ahora se encuentra contratado por el Perugia, en el calcio italiano, aunque esta semana fue cedido a préstamo al Crotone de la segunda división.
Según el representante Wilson Cortés, muchas veces no les cuentan la verdad a los jugadores: "Me hicieron saber que a Mauricio Aros lo llevaban contratado, a través de Tito Silberman, pero ahora veo que está a prueba (ya arregló en el Feyenoord de Holanda). Una de las cosas que yo pregono con los jugadores es no darle falsas expectativas, como lo que pasó ahora con Diego Rivarola, que veíamos la posibilidad en Europa, pero terminó en México porque era lo más real. Yo trabajo sobre hechos completos", dice.
El volante Miguel Angel Castillo, que nunca contrató un agente, asegura que "ni a Italia iría a prueba. No me gusta ser patiperro. Si me llamaran para eso yo les mandaría un video. Tengo hartos".
Al delantero de la Unión Española 2001, Matías Guerrero, no le apasiona en demasía el tema de probarse en un club. Durante 1999 tuvo la oportunidad de hacerlo en el Grasshoppers suizo. Guerrero había sido incluido en el plantel que jugaría la pretemporada y regresó a Chile. Pero, al volver a Europa, se dio cuenta de una reformulación de los técnicos de Grasshoppers, a los que no agradó.
"Me habían llevado a Europa unos empresarios alemanes que habían estado en la Copa La Serena de ese verano (donde Guerrero fue la estrella de Colo Colo) y me pagaron todo, estadía, pasajes, etc. Incluso tenía a un italiano encargado de mis cosas", cuenta.
Guerrero tuvo más oportunidades: "El técnico que me había probado me llevó a su nuevo club, el Wild. Entonces se metió este italiano, que nunca fue mi agente, y le cobró mucho al club por mi pase. Ellos dijeron que no tenían la plata y que me fuera. No volvería a Suiza a probarme. A Italia quizás, pero a Suiza, no".
Para el vicepresidente del Sindicato de Futbolistas Profesionales (Sifup), Jaime Muñoz, el tema de la prueba en Europa está reglamentado, porque no todos los jugadores tienen agente y la prueba es un buen modo de fichar en los clubes. En Chile se ha institucionalizado lentamente: "Equipos como La Serena, Coquimbo o Temuco lo hacen bastante bien: 10 días para darles tiempo".
El problema está en que los jugadores no tienen ninguna seguridad: "No tienen, por ejemplo, cobertura médica, por lo que deben cuidarse de las lesiones", agrega Muñoz.
A esto, el representante Wilson Cortés suma la situación que se produce dentro del equipo: "Por lo general, los técnicos hacen un equipo con todos los que se van a probar, los futbolistas no se conocen y menos juegan en equipo, porque cada uno trata de lucirse delante de él. Así es muy difícil quedar contratado. Si tienes suerte y juegas como parte del plantel, a veces te pueden hacer la cama".
No todo lo que brilla es oro
Inmediata es la reacción de Muñoz, vicepresidente del Sifup, relacionada con la inclusión de Tallarico dentro de Everton y su anterior gestión en O’Higgins, Concepción e Iquique: "No me gusta que dé un aporte al club con el afán de mostrar sus jugadores. Además, no creo que alguien como él no pida algo de poder dentro del directorio".
"El problema -sigue Muñoz- será para (Jorge Luis) Siviero (entrenador del primer equipo viñamarino), porque tendrá que hacerse respetar en la conformación del equipo, por sobre los intereses empresariales".
Y prosigue: "Lo que hizo la empresa Debeza & Ferrari es bastante similar, o las promesas de Gnecco en Puerto Montt (se refiere a Miguel Angel Gnecco, empresario español que prometió cuantiosas inversiones en el equipo). La actuación de terceros dentro de los clubes me preocupa bastante porque finalmente pueden quedar en manos de particulares y fracasar. Como O’Higgins o Concepción que están con muchas deudas".
Respecto a Tallarico, Wilson Cortés dice: "Si (los representantes extranjeros) están trabajando, lo deben estar haciendo bien, con credibilidad de los dirigentes". Con el tiempo y la reflexión, considera que episodios como las riñas entre la dirigencia de Concepción y el agente argentino "en vez de abrir, nos cierran el mercado".
La participación que los chilenos tienen en el mercado también es menor. Wildo asume: "En Sudamérica, los argentinos son una plaga, igual que los yugoslavos en Europa". Igual es el sentir de Cortés: "Son una plaga, están por todos lados y tienen los contactos".
Los verdaderos agentes, parte I
Los asesores, parte II
El retiro de Casal, parte IV