PARIS.- Cuando el sábado arranque en París la novena edición del Mundial de Atletismo, habrá comenzado una cita que no solamente le dará prestigio a los ganadores de las medallas, sino premios en dólares de números de cinco cifras a quienes suban al podio.
En el marco de un deporte que ya es un juego millonario, el ganador de cada presea dorada sumará a su cuenta 60.000 dólares, exactamente el doble de lo que ganará quien ocupe el segundo lugar en el podio. El medallista de bronce deberá "conformarse" con 20.000 dólares.
Pero eso no es todo: tal como sucedió en Edmonton 2001, los puestos del cuarto al octavo serán premiados también. En total, el Mundial de París repartirá 7,04 millones de dólares en premios.
Es claro el incremento de los premios en dinero que sufrió el certamen: en los tres primeros Mundiales y hasta 1991, cuando la justa se disputó en Tokio, los atletas peleaban solamente por los títulos y las medallas.
La discusión sobre el dinero se encendió recién en la antesala de los Mundiales de 1993, en la ciudad alemana de Stuttgart. Atletas, entrenadores y managers amenazaron con boicotear la cita si no se "abría la alcancía".
El difunto presidente de la IAAF (Federación Internacional de Atletismo), Primo Nebiolo, que desarrolló las reglas que hasta hoy rigen en los Mundiales, Copas del Mundo y Grand Prix, además de fundar la Golden League, acertó en lo que respectaba a cambios necesarios.
Luego de reaccionar duramente a las amenazas de boicot, encontró un nuevo camino: en los Mundiales de Stuttgart 93 y Gotemburgo 95 los 40 ganadores se llevaron un auto Mercedes Benz.
Pero atletas de la talla de Michael Johnson y Carl Lewis siguieron haciéndose oir respecto del tema premios, y justificaron sus reclamos diciendo que la IAAF podía hacer grandes negocios con sus triunfos.
Lo cierto es que los atletas querían ver el dinero en sus manos, meta que consiguieron en 1997, en Atenas. En Sevilla 99, el estadounidense Michael Johnson se embolsó un total de 180.000 dólares, en tanto su compatriota Maurice Green se llevó 140.000. Solamente en 2000, la IAAF repartió 9,22 millones de dólares a 515 atletas masculinos y femeninos.