SANTIAGO.- El gobierno chileno se querelló hoy, a través de la Intendencia de Santiago, contra los hinchas que el pasado domingo impidieron la normal finalización del partido entre Universidad Católica y Santiago Wanderers, en el torneo de Clausura.
La querella está dirigida "contra todos quienes resulten responsables" de los hechos, precisó una fuente de la Intendencia, tras la presentación del libelo, en el 31° Juzgado del Crimen de Santiago.
Los incidentes se desbordaron en el minuto 86 del partido que jugaban Universidad Católica y Santiago Wanderers (4-1), correspondiente a la ida de la primera fase de los "playoffs" del torneo de Clausura.
Los seguidores del Wanderers rompieron las rejas que los separaban de la barra de la UC y la policía debió hacer grandes esfuerzos para evitar un enfrentamiento directo entre ambos grupos, aunque igualmente varios autobuses que transportaban a los visitantes regresaron a Valparaíso con sus ventanas destrozadas.
En los incidentes fueron detenidos 54 hinchas de ambos equipos, trece de ellos menores de edad, mientras cinco carabineros y trece de los aprehendidos resultaron con lesiones leves.
Un total de 52 detenidos, incluidos los 13 menores, quedaron a disposición del 31° Juzgado del Crimen de Santiago y Sexto de Menores, por infracción a la Ley de Violencia en los Estadios.
Los dos detenidos restantes quedaron en manos de la Justicia Militar, acusados de "maltrato de obra a Carabineros".
Fuentes de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP) adelantaron que no se jugarán los minutos que faltaron y se sentenciará el triunfo de Universidad Católica por 4-1, mientras dirigentes de ambos clubes se han culpado mutuamente de los incidentes.
La controversia ha enturbiado el ambiente para el partido de vuelta, programado para el próximo sábado en la ciudad de La Calera, a 100 kilómetros al norte de Santiago.
Esto último porque tanto el estadio Playa Ancha de Valparaíso, donde Wanderers juega habitualmente de local, como el Sausalito de la vecina Viña del Mar, que suele utilizar como alternativa, están sometidos a reparaciones para el torneo Sudamericano Preolímpico, programado para enero próximo.
Los dirigentes de Universidad Católica han cuestionado el estadio de La Calera -el equipo local juega en segunda división- por carecer, a su juicio, de medidas adecuadas de seguridad y, en respuesta, han sido calificados de "llorones" por sus rivales.
Esta mañana el dirigente cruzado Andrés Tupper recorrió las instalaciones del estadio de La Calera, donde los dirigentes locales se comprometieron a vender sólo 13 mil de las 16 mil localidades que tiene de capacidad.