BOLONIA.- "Cuanto más avanzó en la investigación, más me convenzo de que Marco Pantani no se suicidó", afirmó el fiscal Paolo Gengarelli en momentos en que se realizaban los funerales del popular ciclista italiano.
En la víspera, los investigadores advirtieron que una de las hipótesis que manejan es que terceros le hayan suministrado cocaína a Pantani que, sumada a otras medicinas que consumía, pudo provocarle el edema cerebral que le causó la muerte.
El fiscal comentó que Pantani llegó a Rimini procedente de Milán en un automóvil con chofer y del que se bajó a pocos metros del hotel en el que fue encontrado sin vida el sábado.
Gengarelli dijo también que Pantani retiró los 20.000 euros de los que tanto se habló en los últimos días antes de partir hacia Rimini, desde donde realizó cinco llamados telefónicos, uno de ellos fue a un viejo amigo y otro a la hermana de este.
De los interrogatorios a amigos y parientes surge que en sus últimos días de vida Pantani mantendría una relación tirante con sus padres, en especial con su padre. Pero lo que más le interesa a los investigadores es saber con quién o quiénes se reunió en la última semana.
Los restos del "Pirata" fueron sepultados hoy en el marco de un funeral en el que su manager, Manuela Ronchi, leyó un duro documento en el que Pantani atribuyó su derrumbe personal a la justicia y a la prensa.
En su memoria, los simpatizantes sicilianos que asistieron al estadio Renzo Barbera de Palermo, donde Italia jugaba un amistoso con República Checa, recordaron a Pantani con distintos carteles, entre ellos uno que rezaba "Adios Pirata, jamás te olvidaremos".
