MILAN.- El basquetbolista argentino Emanuel Ginóbili, una de las grandes figuras de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, consideró "muy difícil" que el seleccionado campeón pueda mantener su plantel para Beijing 2008.
"Siempre dijimos que Atenas sería el final de un ciclo. Estamos cansados. En los últimos siete años hicimos sacrificios enormes. Uno de los muchachos no vio nacer a su hija, otro no vio crecer a sus hijos", enumeró Ginóbili, quien mañana dará una exhibición en Milán.
Sin embargo, Ginóbili afirmó que "uno no se cansa jamás de ganar, es como una droga, porque cada victoria permite vivir momentos de alegría diferentes", en una extensa entrevista publicada hoy por el diario italiano La Gazzetta dello Sport.
Por ello, Ginóbili, de 27 años y campeón de la NBA el 2003 con los San Antonio Spurs, calificó de experiencia "única" y "emocionante" la victoria de Atenas, pues "uno sabía que en ese momento, además de la familia, había 35 millones de argentinos que enloquecían por lo estábamos haciendo y que esperaban este éxito desde hace 52 años".
Preguntado sobre cuál fue el secreto del triunfo de Argentina en Atenas, respondió: "Una combinación tal vez única en el mundo, esta generación juega junta desde 1997 y se encontró siempre muy bien. En talento, ganas de trabajar y juego de equipo no estamos detrás de nadie".
En cuanto al fracaso del "Dream Team" estadounidense, lo atribuyó a la falta de humildad de sus jugadores: "Muchos pensaron ser estrellas NBA que podían ganar sólo poniendo en el campo sus nombres, cuando desde 1996 no es más así".
Tras admitir que la NBA envió a Atenas "un equipo B", Ginóbili advirtió sin embargo que "en realidad, desde el ’96, el 25 por ciento de sus jugadores son extranjeros y el nivel internacional creció, aunque los norteamericanos siguen siendo los más fuertes".
El internacional argentino, que debutó en 1998 en el baloncesto italiano jugando para Reggio Calabria, para pasar después a Virtus Bologna, recordó sus primeros pasos: "Cuando llegué a Italia era tímido y lleno de vergüenza, ahora estoy más tranquilo, sé que puedo decir cosas importantes a mis compañeros en el campo".