SANTIAGO.- La Universidad Católica se transformó esta tarde en bicampeón de la serie femenina en la Liga Nacional de Vóleibol, al sumar su segunda victoria sobre Providencia en el Play Off final de la competencia.
Ante un repleto Gimnasio Polideportivo de Ñuñoa, las cruzadas simplemente ratificaron la superioridad que mostraron durante toda la Liga y abrocharon su segundo título consecutivo, después de derrotar a las de Santa Isabel por 3-0, mediante parciales de 26-24, 25-19 y 25-13.
Las universitarias sólo tuvieron inconvenientes con juego defensivo de Providencia en la primera manga, donde llegaron a estar empatadas a 24 puntos. Sin embargo, la experiencia de Marisol Ibarra y Dominique Raab y el talento de las argentinas Melissa Callo y Carolina Morillas, le permitió al conjunto de la franja imponerse en los puntos decisivos.
De ahí en adelante poco a poco el cerrojo defensivo que había planeado José Neira se fue ablandando, lo que permitió el lucimiento de las universitarias Camila Pazdirek y María Carolina Suárez, quienes con sus potentes remaches permitieron cerrar el partido en el mínimo de sets y con ello alcanzar de manera invicta el máximo título del vóleibol nacional.
"Este es un premio justo para un equipo que trabajó mucho para esto. Hemos conformado un equipo muy sólido y que más allá de sus virtudes técnicas y tácticas, es un excelente grupo humano. El bicampeonato nos obliga a no bajar los brazos y a continuar creciendo, ya que la Liga se está transformando en un torneo muy fuerte y competitivo", comentó el entrenador de la UC, Jorge de la Cerda.
"La verdad es que este título es la mejor forma que podía esperar para retirarme definitivamente de la actividad. Estos dos títulos en la Liga han sido un premio justo a un equipo que trabaja muy seriamente y que ha hecho un aporte importante trayendo jugadoras extranjeras de primer nivel", dijo la ex seleccionada nacional, Dominique Raab.
"Siento que la Liga chilena me ha ayudado mucho en mi etapa de crecimiento deportivo. El año pasado estuve aquí y salimos campeonas y este año lo hemos vuelto a hacer, pero con un juego mucho mejor. La verdad es que jugando acá me siento como en casa, ya que el grupo que hemos formado es excelente", dijo la seleccionada argentina Melissa Callo.
"Salir bicampeonas es un doble felicidad y a la vez es un gran desafío. La competencia ha crecido mucho y eso nos está ayudando a todos los equipos. Creo que el título se debe a que fuimos muy parejas y que tuvimos una estructura de juego muy sólida durante el torneo", comentó una de las figuras del sexteto cruzado, Camila Pazdirek.
En el recuento final, las universitarias ganaron 11 encuentros en toda la Liga, de los cuales 9 fueron por 3 a 0, lo que les dio les dio un porcentaje final de 27 sets ganados y sólo 3 perdidos.
