VIÑA DEL MAR.- Era una costumbre verlos juntos, celebrando victorias como raquetas hermanas, pero esta noche el azar los reunió frente a frente en una cancha. Nicolás Massú y Fernando González, en un encuentro en el que se dieron con todo por las semifinales del ATP de Viña del Mar, respondieron con lo mejor de sí al llamado “clásico” del tenis chileno.
Un público que repletó hasta las escalinatas la cancha central del Club Naval de Las Salinas, se dividió en dos para alentar a los dos chilenos que lucharon en un encuentro maratónico, emocionante y que sólo se decidió en las bolas finales, cuando el espíritu luchador de Massú lo convirtió en ganador con parciales de 3-6, 7-6(3) y 6-4.
Más de tres horas estuvieron parados en la cancha, con un frío que incluso logró espantar a algunos hinchas a mediados del partido. No muchos, porque la mayoría permaneció ante un espectáculo brillante que regalaban las dos mejores raquetas nacionales.
González comenzó más firme en los primeros juegos. Nunca tembló al ponerse tras la línea de fondo para hacer respetar su saque, la gran diferencia que marcó el trámite en los primeros capítulos del encuentro. Massú, otrora mejor devolvedor del circuito, poco y nada pudo hacer en el inicio para contrarrestar la potencia que imprimió su rival al servir. Con un quiebre en el cuarto juego, González establecía una ventaja que logró mantener para cerrar así el 6-3 en 41 minutos.
En la segunda manga comenzó a avisorarse la presencia de un renovado Massú, con otra disposición en la cancha y mucho más concentrado especialmente en la devolución. El alza le alcanzó para mantener firme su saque durante el set (sólo tuvo una bola de quiebre en su contra), pero no alcanzó para amagar la fiereza al servicio de González, quien incluso levantó la vara de su nivel en los primeros juegos.
El giro del partido comenzó a escribirse hacia el final del capítulo, cuando González comenzó a exhibir sus primeros desaciertos, mientras Massú insistía en un juego cada vez más agresivo, aleonado por su propio ímpetu. En el tie-break, dos errores en la red de González terminaron por restarle toda la confianza que había acumulado, que de un momento a otro pasó al otro lado de la cancha. Un macizo Massú se colocó 6-1 en el desempate y terminó liquidando por 7-3.
El tercer set fue definitivamente para el viñamarino. Los desaciertos de González se sucedieron uno tras otro, agrandando cada vez la opción de un Massú que, al menos tenísticamente, no se había visto superior. Con quiebres en el tercer y quinto juego, Massú tomó una ventaja de 4-1 que finalmente se hizo inalcanzable para González, pese a su esfuerzo final en los últimos juegos. El 6-4 con el que se decidió la última manga, fue un regalo merecido para la aguerrida presentación de Massú, que hoy enfrentará en la gran final al argentino José Acasuso.
