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A toda orquesta Colo Colo goleó a Coquimbo en el Monumental

El conjunto popular derrotó 5-1 a los piratas y quedó segundo en la tabla de posiciones a un punto de Huachipato.

14 de Mayo de 2006 | 19:53 | El Merrcurio en Internet
SANTIAGO.- Las estadísticas son claras. 48 goles en 15 encuentros, un promedio de más de tres goles por partido. Colo Colo es el equipo más goleador del torneo y hoy los dirigidos de Borghi no fueron menos. Derrotaron a Coquimbo 5-1 y siguen segundos en la tabla de posiciones con 34 unidades a un punto de Huachipato.

El conjunto albo nuevamente recurrió a sus figuras para desiquilibrar el partido ante un cuadro "pirata" que había planificado bien el encuentro, pero cuando aparecen las individualidades de Colo Colo, no hay nada que hacer.

Cuando las defensas se cierran aparecen Valdivia, Fernández, Suazo o Fierro para romper las trincheras. Justamente el "mago" fue quien abrió la cuenta para los locales recién a los 13 minutos de juego. El tanto le dio la tranquilidad a los albos para tocar y no desesperarse.

El conjunto blanco se dedicó a mantener el balón en su poder y no rifarlo; si había que tocar para atras lo hacían sin ningún empacho.

El primer tiempo se fue con el 1-0, pero con un dominio de Colo Colo en la tenencia de la pelota.

La segunda diana llegó a los 53 minutos con un zapatazo de Luis Mena con un tiro libre desde fuera del área. Luego vino el gol de Gonzalo Fierro a los 61 y después una genielidad de Matías Fernández a los 64.

La salida de Héctor Robles, quien fue sustituido, le facilitó las cosas a Colo Colo que llegó con mucha facilidad al arco de Ferreira.

El descuento de los coquimbanos llegó a los 84 minutos por intermedio de Gustavo Lorenzetti. Cerró el 5-1, Héctor Mancilla a los 88.

Terminado el encuentro las preocupaciones llegaron al camarín albo, porque por acumulación de cartulinas amarillas, Luis Mena y David Henríquez no podrán estar en el próximo encuentro ante Puerto Montt y es probable que Miguel Riffo tampoco juegue. Deberían aparecer los olvidados Ayala y González.
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