HAMBURGO.- La agresión del futbolista peruano Paolo Guerrero contra un hincha del Hamburgo que lo increpó tras el partido del domingo contra el Hannover está siendo investigada también por la Justicia alemana.
La fiscalía de Hamburgo abrió expediente contra el delantero por "principio de sospecha de lesión corporal seria", dijo el fiscal Bernd Mauruschat.
Precisó que el atacado no denunció al jugador, pero que se trata de un "delito oficial" que la fiscalía puede investigar por iniciativa propia.
Mauruschat dijo que ahora toca determinar si la botella de plástico llena de agua puede ser considerada un instrumento peligroso o un arma.
Guerrero dio de lleno en la cabeza de un hincha con una botella llena de agua cuando varios aficionados le gritaron "maricón" y lo instaron a volver a su país al final de un partido en el que el Hamburgo no consiguió salir de un 0-0 con un rival flojo y en inferioridad numérica durante más de media hora.
El hecho es analizado desde hoy por el comité disciplinario de la Federación Alemana de Fútbol. Según indicó hoy un portavoz, el organismo pidió al jugador una pronta explicación de lo sucedido.
"Aún cuando se haya sentido provocado por un espectador vale para él lo que vale sobre el campo: un deportista no conoce la venganza. Y el que no lo cumpla será castigado", dijo hoy a la página electrónica del periódico deportivo "Sport Bild" el presidente de la comisión, Anton Nachreiner.
El presidente de la comisión no quiso especular sobre el castigo al futbolista."También juega un papel el hecho de si Guerrero fue provocado y la dimensión de la afrenta, si el espectador fue herido y si la botella estaba vacía o llena", precisó.
"No me acuerdo de que haya habido un precedente, de que alguna vez haya pasado algo así en Alemania". Nachreiner declinó comparar la conducta de Guerrero con el patadón que propinó el francés Eric Cantona a un hincha en 1995.
"Es mucho peor pegar con botines con tapones al pecho a un hincha. Puede provocar heridas de muerte". Para Guerrero, la agresión podría significar además el fin en la Bundesliga. El lunes se apresuró a pedir perdón por los "daños ocasionados" y el club no lo despidió, como se había especulado, sino que le aplicará la multa más alta en la historia interna. Se habla de hasta 100.000 euros (137.000 dólares).