SAO PAULO.- El publicista Washington Olivetto, que pasó 53 días en poder de secuestradores en Sao Paulo y hoy se reunió por primera vez con los medios de prensa, dijo que percibió que sus captores no eran brasileños a causa de los papeles escritos en "portuñol" con los que se comunicaban con él.
Washington Olivetto, considerado un gurú de la publicidad en su país, estuvo secuestrado por un grupo encabezado por el segundo máximo dirigente del Frente Patriótico Manuel Rodríguez, Mauricio Hernández Norambuena, y en el que participaron otros dos chilenos con identidades confirmadas -Alfredo Augusto Canales y Marcos Rodolfo Rodríguez, ambos militantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria-, además de otros delincuentes cuyas verdaderas identidades están siendo investigadas.
Hernández es uno de los extremistas más buscados del país: tiene dos penas de presidio perpetuo (por el asesinato del senador Jaime Guzmán y el secuestro del ejecutivo de "El Mercurio" Cristián Edwards) y se fúgó de la cárcel de alta seguridad de Santiago en 1996.
En su conferencia de prensa de hoy –la única, aseguró, en la que se referiría al tema del secuestro- dijo que jamás pensó que algo así le podría pasar. "No creí ser una persona deseable para secuestradores. No soy millonario", afirmó. Dijo que se considera una persona valiente, pero que desde ahora pensará en aumentar su seguridad personal.
Durante su cautiverio, Olivetto dijo no haber dicho una sola palabra, y que la única comunicación era a través de los mencionados papeles. Algunos de sus mensajes fueron insultantes. "Les mandé una carta en las que les insultaba a ocho generaciones, era agresiva, los llamé cobardes. Les dije que el negocio debía hacerse cara a cara. Ellos me escribieron una carta diciendo que yo era una persona respetable y educada, y que no correspondía que les escribiera una carta así", relató el empresario de la publicidad, dueño de la agencia W/Brasil, liberado el pasado domingo.
"Me di cuenta de que la cosa era muy seria cuando en el segundo día de cautiverio los secuestradores me dieron una revista The Economist. Yo me dije: "Si ellos leen esta revista, es que son tipos pesados"".
"Fue una situación muy extraña porque durante 53 días no oí una palabra ni ví absolutamente a nadie", agregó, antes de reconocer que fue "salvado" por las lecturas de su infancia y por la escritura que ejercía día y noche después de que pidiera un bolígrafo, mediante gestos, "y con él vino el papel".
Sostuvo que "tuve que inventar cada día para seguir viviendo. Ellos me dieron lapiceras y escribía todo el día: escribía cartas a mi familia, cartas a los secuestradores, un libro sobre el Corinthians, club del que soy fanático...hasta escrbí sobre el vaso azul con el que me daban agua".
"Otra cosa que me salvó fueron mis lecturas de la adolescencia: Scott Fitzerald, "Tom Sawyer", los poemas de Federico García Lorca...Trataba de recordarlos de memoria. También me pasaron una muy buena revista de literatura brasileña", recordó.
El publicista relató que durante los 53 días que permaneció en cautiverio "tuve miedo de morir varias veces", pero "por suerte había un parlante por el que sonaba una música las 24 horas del día. Era muy buena música".
Letras desproporcionadas
Asimismo, relató que el día de su captura, el 11 de diciembre del 2001, a la salida de su agencia fue detenido por un supuesto policía, que resultó ser muy agresivo, y rápidamente se dio cuenta de que sería secuestrado. "Me fijé en que las letras con que estaba escrita la palabra policía no eran proporcionadas. Ahí supe que era un secuestro", aseguró.
El día de su liberación, el publicista notó que el sistema de ventilación del pequeño cuarto en que se encontraba había dejado de funcionar. Llamó a sus secuestradores a gritos y como no obtuvo respuesta supo que se encontraba solo en la casa.
"Empecé a gritar, pero cuidando la voz, porque no sabía cuánto tiempo debería seguir pidiendo auxilio. Entonces oí una respuesta, probablemente de la encantadora chica del estetoscopio", dijo Olivetto, refiriéndose a la estudiante de medicina que vivía en la casa vecina y que usó ese instrumento para oír mejor los gritos de socorro, dando después aviso a la policía.
Vínculos con Chile
"Yo tengo muchos amigos en Chile, donde estuve el año pasado dando una conferencia. Santiago me gusta mucho y claro que volvería allí, a comer en Santiago", dijo Olivetto, mezclando palabras en portugués y español.
Vestido con una polera negra y un pantalón gris, el publicista asistió a una conferencia con más de 150 periodistas, el triple del número que habitualmente presencia las conferencias de prensa del Presidente Fernando Henrique Cardoso.
Olivetto dijo que no conocía al Frente Patriótico Manuel Rodríguez ni a otros grupos armados chilenos, pero señaló que "fui formado en lo que llamábamos la izquierda, el socialismo, algo que para mí hoy es una cosa muy antigua, aunque, desde el punto de vista afectivo me siento más volcado a la cultura socialista".
"Nunca me imaginé, claro, como un símbolo del capitalismo. Pero, la policía me dijo que probablemente mis secuestradores estén ahora más volcados a la cosa económica que a la política", agregó.
Secuestro común
Olivetto llegó al lugar de la conferencia de prensa, un predio de la Fundación Armando Alvares Penteado, acompañado del titular de la Delegación Especializada Anti-Secuestro, Wagner Giudice, que fue el único policía en tener contacto con la familia del secuestrado.
Según Giudice, "hasta ahora no hay ninguna evidencia de que se haya tratado de un delito político, vinculado a un partido, a un sindicato o siquiera a una asociación de barrio".
"Si los secuestradores plantean que tuvo una connotación política será para obtener algún beneficio legal. Pero, se trató de un secuestro común, en el que pedían dinero y no, por ejemplo, la liberación de presos", agregó el comisario.
Sobre este punto, Olivetto estimó que "en esto no existe el tema del perdón. Ellos cometieron un acto fuera de las reglas y deben ser tratados como delincuentes, es decir juzgados, condenados y todo eso".
El publicista planea viajar a Alemania a visitar nuevos museos, viaje que pensaba realizar a fin de año.
"Como no estuve disponible durante algún tiempo, pienso cumplir con ese plan ahora mismo", señaló, de muy buen humor, antes de prometer que "todavía no estoy del todo bien, pero pronto voy a volver a estar óptimo".