LIMA.- La primera ministra de Perú, Beatriz Merino, considerada el principal pilar del gobierno, renunció hoy a su cargo tras ser acusada de favorecer a una amiga, con la que supuestamente mantiene relaciones amorosas, al otorgarle un cargo público.
La dimisión de Merino ocurrió luego de que el viernes el mandatario Alejandro Toledo pidió la renuncia de todo el gabinete y de sus consejeros presidenciales debido a una ola de escándalos políticos.
Toledo, cuya popularidad se ha desplomado al 11% según la última encuesta, tiene previsto anunciar el nuevo gabinete el viernes, al mediodía.
"Al dejar la función pública con la que fui honrada por este gobierno, primero como Superintendente Nacional de Administración Tributaria y luego como Presidenta del Consejo de Ministros agradezco ambas designaciones que me han permitido servir a mi país", dijo Merino a periodistas.
Merino, una tecnócrata que dejó en junio la jefatura del organismo recaudador de impuestos de Perú para encabezar el gabinete, genera confianza entre políticos, empresarios y la opinión pública. Según los analistas, debido a su eficiencia era considerada un gran factor de estabilidad en el gobierno de Toledo.
"Hace ocho semanas fui informada por diversas fuentes que se venía preparando una serie de ataques gratuitos destinados a mellar mi reputación personal", agregó Merino, en el aeropuerto de Lima, tras llegar de Estados Unidos.
El escándalo en torno a Merino estalló la semana pasada, cuando trascendió en la prensa que dirigentes del partido gobernante habrían acusado a Merino de lesbiana y de favorecer a su amante ante el cardenal Juan Luias Cipriani.
Sin embargo, el Arzobispado de Lima lamentó el viernes, en un comunicado, la forma indebida "con la que se trató la privacidad y la honra" de Merino y aseguró "que no ha recibido la visita de ninguna personalidad pública política para denunciar asuntos vinculados a los sucesos" de la ahora ex funcionaria.
Pero Merino sostuvo posteriormente que "fui convocada por un dignatario de la Iglesia para informarme que un alto dirigente político hizo imputaciones contra mí, cuestionando mi integridad moral".
"Este dignatario me recomendó visitar a otra alta autoridad eclesiástica para hablar sobre el tema, lo que hice a mediados de octubre (...). Me ratificó con firmeza que esos hechos sucedieron tal como los he descrito", añadió.
Los que cuestionan a Merino promueven la versión de que es lesbiana y de que la ex primera ministra le habría dado un cargo a su amante cuando era Superintendente de Nacional de Administración Tributaria, puesto en el que estuvo hasta junio.