BUENOS AIRES.— Decenas de miles de personas marcharon este jueves en Buenos Aires para repudiar el secuestro y asesinato de un joven y exigir a los legisladores leyes más duras para frenar la ola delictiva que azota al país.
Los manifestantes se reunieron frente al Congreso donde liderados por Juan Carlos Blumberg —cuyo hijo Axel fue secuestrado y asesinado días atrás— se unieron para expresar su dolor y reclamar medidas urgentes al gobierno.
"Justicia, justicia" reclamó la multitud —integrada por hombres, mujeres con niños y oficinistas que salieron más temprano de su trabajo para unirse a la protesta— mientras encendían velas blancas y alzaban banderas argentinas.
"Axel es el hijo de todos", dijo Blumberg entre lágrimas. "Pedimos que se den muchos años más de condena para los robos, secuestros y asesinatos y que las penas sean cumplidas hasta el último día", agregó.
Axel Blumberg, un estudiante de ingeniería de 23 años, fue secuestrado a mediados de marzo. Pocos días después, su cuerpo apareció con un balazo en la sien y signos de tortura, en un descampado de la provincia de Buenos Aires. Su padre había acordado el pago del rescate, pero los secuestradores nunca acudieron a la cita.
Blumberg pidió la adhesión popular a un petitorio que presentará a los legisladores en el que exige varias medidas destinadas a combatir la violencia, como la pena de prisión para la portación de armas, la adopción de un sistema de documentación personal que impida su falsificación y un régimen de especial severidad cuando en el delito participen o estén involucrados funcionarios o miembros de fuerzas de seguridad.
"Necesito que todos firmen con su nombre y documento este petitorio. Necesitamos dos millones de firmas, pero vamos a conseguir muchas más", confió Blumberg.
Según la policía al menos 65.000 personas participaron de la protesta, en la que también estuvieron presentes familiares de otros jóvenes secuestrados y asesinados, cargando pancartas con las fotografías de sus hijos.
El reclamo se repitió en varias ciudades del interior del país.
El miércoles el juez Fernando Marotto presentó una denuncia en la que involucró a un suboficial de la Dirección de Investigaciones de la localidad de San Isidro con secuestro y asesinato de Blumberg.
Según una consultora privada, en la capital y el cordón urbano que la rodea la tasa de delincuencia creció el 200% entre 1990 y 2000 y en la zona se comete un delito cada seis segundos y un homicidio cada seis horas.
Blumberg fue una más de las víctimas de esta ola de inseguridad, pero la violencia de su asesinato conmovió a la sociedad y puso en evidencia los turbios vínculos entre la policía y las bandas de secuestradores.
"Que se vayan todos los políticos que son cómplices de la delincuencia", dijo a AP Mabel Gervasi, de 48 años, cuyo hijo de 29 años fue asesinado en febrero en un intento de asalto.
El crimen de Blumberg derivó en la renuncia del ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Raúl Rivara, y de varios funcionarios; en tanto seis personas han sido detenidas en relación con el caso.