BAGDAD.- Helicópteros estadounidenses dispararon el lunes contra varios objetivos en un distrito de Bagdad habitado mayormente por chiítas, ante un recrudecimiento de la violencia en casi todo Irak.
Periodistas de Reuters dijeron que vieron cómo dos helicópteros Apache abrían fuego en el barrio de Shuala, en el noroeste de Bagdad. Un vehículo estadounidense se incendiaba en las inmediaciones. No se informó de inmediato sobre víctimas o heridos.
El administrador de Estados Unidos en Irak, Paul Bremer, amenazó con emprender una dura acción contra el clérigo radical chiíta Moqtada al-Sadr, un día después de que muriera una decena de soldados de la coalición y 49 iraquíes en enfrentamientos en Bagdad y cerca de la ciudad de Najaf.
La escalada de la violencia abrió un nuevo foco de conflicto para las tropas lideradas por Estados Unidos, que ya enfrentan reiterados ataques de la insurgencia sunita.
También dificulta la tarea del enviado de Naciones Unidas, Lakhdar Brahimi, que llegó el viernes a Bagdad para discutir los planes estadounidenses para entregar la soberanía a los iraquíes a fines de junio y celebrar elecciones en el futuro.
Bremer dijo que el joven clérigo chiíta era un "ilegal" que intentaba usurpar la autoridad legítima.
"No toleraremos esto. Restauraremos la ley y el orden que el pueblo iraquí espera", dijo en el marco de una reunión con ministros del gobierno iraquí para discutir cómo tratar con Sadr.
Tanques estadounidenses patrullaban el barrio humilde de Ciudad Sadr, donde un funcionario de un hospital dijo que los enfrenatamientos del domingo entre tropas estadounidenses y combatientes chiítas dejaron un saldo de 28 iraquíes muertos y 74 heridos.
Autoridades estadounidenses afirmaron que ocho soldados estadounidenses murieron y dos docenas sufrieron heridas en los combates, que, según dijeron, comenzaron cuando radicales vestidos de negro que responden al clérigo Sadr intentaron tomar estaciones de policía.
Milicianos leales a Sadr ocuparon el lunes la casa de gobierno en la sureña ciudad de Basora. Sus partidarios también protagonizaron protestas en la ciudad sagrada de Kerbala, dijeron testigos.
Fuerzas estadounidenses acordonaron el pueblo sunita de Falluja, donde la semana fueron mutilados y quemados los cuerpos de cuatro guardias de seguridad estadounidenses.
Testigos dijeron que se produjo un intenso tiroteo en las afueras durante la noche y que fuerzas estadounidenses cerraron la cercana autopista que une Bagdad con Amman.
En el oeste de la capital del país, insurgentes atacaron a extranjeros que viajaban en un automóvil civil al detonar una bomba al costado de la carretera y disparar con armas ligeras.
Un marine estadounidense que presenció la escena dijo que nadie había resultado herido. El vehículo de doble tracción color blanco, del tipo usado por las fuerzas estadounidenses o los contratistas en Irak, se prendió fuego.
Una bomba colocada al costado de una carretera mató el domingo a un soldado estadounidense e hirió a otro en la norteña ciudad de Mosul. Desde la invasión del año pasado que derrocó al ex líder iraquí Saddam Hussein, 422 soldados estadounidenses perdieron la vida en acción en el país.
Tensión en ciudad Sadr
En Ciudad Sadr, soldados estadounidenses a bordo de tanques apuntaron con sus armas a cientos de chiítas que rodearon la oficina de Sadr mostrando retratos de su líder.
En Basora, unos 1.000 partidarios del clérigo chiíta permanecieron alrededor de la casa de gobierno tras ocuparla durante la noche. En el techo había hombres armados y carteles con la cara de Sadr empapelaban la puerta.
Gran Bretaña, cuyas tropas controlan Basora, dijo que funcionarios iraquíes estaban manteniendo conversaciones con grupos vinculados con Sadr para resolver la cuestión.
El malestar entre la comunidad radical chiíta creció tras la detención de un asesor de Sadr, Mustafá Yacoubis, que habría sido capturado el viernes por la coalición.
El Ejército Mehdi de Sadr ha dicho durante meses que está listo para una "guerra santa" contra los estadounidenses.
El domingo, fuezas lideradas por España y la policía iraquí se enfrentaron con milicianos chiítas cerca de la ciudad de Najaf, donde murieron un soldado salvadoreño y 20 iraquíes.