WASHINGTON.- El secretario de Defensa estadounidense y jefe del Pentágono, Donald Rumsfeld, advirtió hoy de que los lugares santos de Irak no son seguros, horas después de que fuerzas estadounidenses bombardearan una mezquita suní en Falluja en la que se habían refugiado fuerzas insurgentes.
"Advertimos (...) de que las ciudades santas son potencialmente lugares peligrosos en este período", sostuvo Rumsfeld.
"Las fuerzas de seguridad han tomado las precauciones posibles para minimizar el riesgo para la población civil", explicó el secretario de Estado, quine agregó que Estados Unidos "será contundente en la respuesta militar" para frenar la insurrección en distintos puntos de Irak.
Rumsfeld habló junto al jefe del Estado Mayor, general Richard Myers, para referirse al aumento de la violencia en Irak en los últimos cuatro días, que ha costado la vida de 20 soldados estadounidenses y de decenas de iraquíes.
Tras el bombardeo de la mezquita en Falluja, se informó de que habían muerto en su interior unas 40 personas, pero las autoridades militares estadounidenses en Irak dijeron posteriormente que sólo una persona fue encontrada sin vida entre los escombros.
El secretario de Defensa indicó que, pese al estallido de violencia, las fuerzas de la coalición siguen teniendo bajo control la situación y que los acontecimientos de los últimos días son "pasos inevitables" hacia la consecución de un país democrático.
Sin embargo, Rumsfeld reconoció que hay zonas del país que no controlan las fuerzas aliadas, aunque no quiso detallar cuáles, y restó importancia al impacto de la rebelión de los "entre 1.000 y 5.000 seguidores" del líder radical chií Muqtada Al-Sadr.
"Algunas cosas van bien y algunas cosas obviamente no van bien, y hay días buenos y malos", señaló Rumsfeld, junto a un mapa en el que se señalaban los distintos frentes de batalla y que recordaba a los utilizados hace un año en el inicio de la invasión de Irak.
Añadió que "este es un momento importante en la historia de Irak" y que "asesinos" como Al-Sadr y sus seguidores "no van a hacer descarrilar" el proceso de estabilización del país.
El general Myers subrayó que lo que está ocurriendo en Irak "no es un movimiento insurgente que cuente con el apoyo de la mayoría de los iraquíes", ni "una insurrección chií", y admitió que los elementos del régimen de Saddam Hussein que no hicieron frente a los invasores hace un año están empezando a actuar ahora.
Myers dividió a los combatientes iraquíes en elementos del derrocado régimen de Sadam Husein, ex miembros del partido Baaz, extremistas iraquíes, "yihadistas" extranjeros y miembros de organizaciones relacionadas con el grupo terrorista Al Qaeda.