ANKARA.- El juicio contra los presuntos miembros de Al Qaida que atentaron contra dos sinagogas y contra intereses británicos el pasado noviembre en Estambul comenzará mañana en Estambul en el Tribunal de Seguridad del Estado (DGM).
Aquellos atentados causaron un total de 61 muertos y 647 heridos.
El fiscal del DGM acusa a los sospechosos de intentar socavar por la fuerza el orden constitucional en Turquía y pide la cadena perpetua para cinco de los 69 encausados, de los que 50 están detenidos y el resto huidos.
Se acusa a todos ellos de ser miembros de la sección turca de Al Qaida y de tener implicación o complicidad con los atentados contra las sinagogas Beth Israel y Neve Shalom el pasado 15 de noviembre, y contra intereses británicos -el consulado y una oficina del banco HSBC- cinco días después.
Los atentados suicidas fueron perpetrados por Mesut Cabuk, Gokhan Elaltuntas, Ilhan Kuncak and Feridun Ugurlu, que utilizaron camiones cargados con explosivos con los que mataron a 57 personas, además de ellos mismos.
El tribunal donde se celebrará el caso estará rodeado de extremas medidas de seguridad durante los cinco días que durarán los interrogatorios a los encausados.
Por primera vez en Turquía, y como parte de las reformas introducidas por el Estado para armonizar las leyes turcas con las de la UE, los interrogados tendrán derecho a guardar silencio, y según expertos judiciales, es muy probable que hagan uso de ese derecho.
Las 128 páginas del sumario preparado por el fiscal apuntan a que los sospechosos pueden formar parte de la rama turca de Al Qaida.
La corte tomará primero el testimonio de nueve sospechosos, a los que seguirán otros quince cada día.
El fiscal pide la cadena perpetura para cinco sospechosos -Fevzi Yitiz, Adnan Ersoz, Yusuf Polat, Harun Ilhan, Osman Eken-, mientras que para los demás pide diversas penas a partir de cinco años de cárcel.
El principal encausado es Fevzi Yitiz, acusado de preparar los explosivos y colocarlos en los camiones o camionetas, además de haber recibido entrenamiento militar en Afganistán.
Adnan Ersoz está acusado de ser el jefe de las ’’operaciones financieras’’ de Al Qaida en Turquía, y se sospecha que se ha reunido personalmente con Osama bin Laden, el considerado dirigente de Al Qaida en el mundo.
Veinte de los sospechosos, según fuentes cercanas a la investigación, se han avenido a confesar para beneficiarse de una ley de amnistía, que podría serles aplicada si el juez lo estima conveniente.