MADRID.- Un presunto terrorista islámico, de nombre Mustafa Zanibar, fue encontrado muerto luego que se suicidara en su celda de una prisión de Zaragoza, en el norte de España.
El sujeto fue detenido por sospecharse que mantenía relaciones con células islámicas que proyectaban nuevos atentados en Madrid, pero luego se ahorcó con un cinturón en la ducha de su celda.
Cuando Zanibar, un marroquí de 42 años, fue imputado a fines de 2004 por el juez Baltazar Garzón en el marco de la "Operación Nueva", ya se encontraba preso cumpliendo una condena de 29 años por el homicidio de un compatriota.
El cuerpo de Zanibar, que había "festejado" en la cárcel los atentados del 11 de marzo de 2004 con otros reclusos, fue encontrado sin vida en la celda de aislamiento en que se hallaba, por guardias que fueron a llevarle la comida en la prisión de Zuera.
En la "Operación Nueva" fueron detenidos unos 40 integristas islámicos, algunos de ellos en prisión acusados de formar parte de la célula "Mártires de Marruecos", liderada y creada por Mohammed Ashraf, detenido en Suiza y que habría proyectado otros atentados en Madrid.
