El Cardenal chileno, Francisco Javier Errázuriz comienza a figurar entre los posibles candidatos a Papa. |
CIUDAD DEL VATICANO.- El próximo Papa podría ser latinoamericano, declaró el jueves el vicepresidente emérito de la Pontificia Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM), el obispo español monseñor Cipriano Calderón y Polo.
Recordó que fue Juan Pablo II el que definió a América Latina "el continente de la esperanza, a la luz del alto número de católicos y de las energías vivas que animan a la iglesia".
De todos modos, se apresuró en precisar, "la nacionalidad del nuevo papa no es importante".
El vaticanista del diario La Republica, Marco Politi, autor de varios libros sobre el papado de Karol Wojtyla, sostuvo también el jueves que podría venir ahora, y lo escribió en español, Juan Pablo III.
"América Latina ha entrado de prepotencia en el debate del pre cónclave, sobre la base del deseo de muchos purpurados de proseguir en la internacionalización de la Iglesia Católica", afirmó.
Coincide con lo manifestado por Calderón, de que la nacionalidad no importa y que Karol Wojtyla fue elegido "porque sus personales cualidades se conjugaban a aquella que en los años setenta era la frontera más delicada del mundo: la confrontación entre fe católica y comunismo ateo".
A su juicio, si se razona en términos de "frontera", entonces también la opción latinoamericana puede adquirir importancia porque "está abierta la confrontación entre el catolicismo y la expansión de los movimientos neo evangélicos".
En América Latina está el 43,6% de los 1.100 millones de católicos de todo el mundo, en Europa el 27,1, Africa 11,4, Asia 10,4, Norteamérica 6,7 y Oceanía 0,8%.
Según el vaticanista de La Repubblica, existiría un acuerdo tácito entre los 21 cardenales latinoamericanos de que en las primeras votaciones del cónclave, que se inicia el lunes 18 de abril, votará según sus preferencias, pero si un candidato se perfila con mayores posibilidades, todos los otros deberían apoyarlo.
Entre los "papables" se mencionan al arzobispo de Sao Paulo, Claudio Hummes; al arzobispo de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio; al arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Rodríguez Maradiaga; al cardenal de Ciudad de México, Norberto Rivera Carrera y al arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, expresó también antes de iniciar su viaje a Roma el deseo de que la herencia de Juan Pablo II pueda ser recogida y seguida adelante por un latinoamericano, de preferencia brasileño.
"Si el nuevo papa fuera de América latina estaría mucho más cerca de nosotros, conocería más nuestros problemas", afirmó Lula.
El cardenal Hummes, al embarcarse rumbo a Roma, para intentar reducir las expectativas que se generaron en Brasil con su nombre, dijo: "Vuelvo pronto, van a ver".
A favor del arzobispo de Sao Paulo cuenta el hecho de que Brasil es el país con mayor número de católicos en el mundo, 125 millones.
El cardenal primado de Polonia, Jozef Glemp, aseguró en Buenos Aires el 4 de abril, al momento de viajar hacia Roma, que su homólogo de Argentina, Jorge Bergoglio, reúne "todas las condiciones" para ser el sucesor de Juan Pablo II en la jefatura de la Iglesia Católica.
El presidente de Costa Rica, Abel Pacheco, expresó su deseo que el sucesor del papa Juan Pablo II sea un latinoamericano, al llegar el martes al aeropuerto romano de Fiumicino.
De todos modos, en el Vaticano se insiste en el antiguo dicho, muchas veces confirmado, de quien entra al cónclave como Papa, sale como cardenal.
Por esta razón, seguramente, a los cardenales no les agrada aparecer entre los "papables".