"Fernandinho Beira-Mar" ha sido acusado de intentar traficar misiles desde la cárcel. |
SAO PAULO.- El frustrado plan de fuga del chileno Mauricio Hernández Norambuena y del brasileño "Fernandinho Beira-Mar" da cuenta de una alianza criminal de alto nivel.
A pesar de estar encarcelado, Luiz Fernando da Costa, de 38 años, más conocido como "Fernandinho Beira-Mar", es considerado uno de los más importantes traficantes de armas y drogas de América del Sur en la actualidad.
Mujeriego empedernido, el zar de la droga sudamericano nació al mundo del crimen en la favela Beira-Mar, en la región de Baixada Fluminense, vecina a Río de Janeiro, y una de las más violentas del país.
El encarcelado narcotraficante brasileño Luiz Fernando da Costa es también el mayor contrabandista de armas del país, según una investigación de la Policía, que sospecha que le ha provisto armamento a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), según la prensa brasileña.
Tras dos años de investigación y análisis de agendas manuscritas y disketes de computador del narcotraficante, más conocido como "Fernandinho Beira-Mar", la Policía Federal descubrió en 2003 su otro gran negocio: El tráfico de armas, con el que en 2000 facturó US$10 millones.
El narcotraficante brasileño fue capturado el 21 de abril de 2001 en las selvas del suroeste colombiano, en el marco de la operación "Gato Negro", organizada por el ejército colombiano en la frontera con Brasil.
De acuerdo con el ejército colombiano, Beira-Mar recibió protección de la guerrilla izquierdista de las FARC, y negoció con ese grupo irregular cocaína por armas.
La investigación policial determinó que Beira-Mar adquiría las armas directamente de los fabricantes a través de contrabandistas internacionales.
Las armas entraban a Sudamérica por Surinam, de allí seguían a Paraguay, donde ingresaban importadas por empresas fantasmas, y luego a Brasil por carretera, de acuerdo con el mapa de rutas del contrabando que establecío la Policía brasileña en 2003.
Según las autoridades locales, "Fernandinho" vende ese armamento a las organizaciones criminales y de narcotraficantes que se refugian en las favelas (barrios marginales) de Río de Janeiro.
Comando Vermelho
La brutalidad de sus métodos y sus contactos con proveedores de droga en el exterior le permitieron transformarse en el máximo líder de la organización criminal "Comando Vermelho", y por ello consiguió el dominio de la venta de drogas en la mayoría de las favelas de Río.
"Comenzó como pequeño traficante de favela y fue escalando gracias a su truculencia. Es una persona muy violenta, es realmente todo lo que se dice de él". Así lo describía el diputado socialdemócrata Wanderley Martins en 2001.
Su "prestigio" fue tal que se le investigó también por los vínculos que tenía con empresarios y políticos brasileños. Se llegó a establecer que 53 personas tenían nexos con el capo, a través de cuentas bancarias en distintos lugares del mundo.
Nueve meses preso
Su primera captura se produjo en el año de 1996. Pero sólo alcanzó a estar preso nueve meses, tras los cuales logró huir luego de pagar millonarias sumas de dinero a varios policías y guardianes que lo custodiaban en la cárcel.
De allí viajó a Paraguay, donde se reunió con la familia Morel, jefes del cartel de las drogas de ese país. Entre 1995 y 1998, su red del delito hacía transacciones por unos 16,5 millones de dólares.
A partir de 1997 montó una red que le permitía comprar todo tipo de armamento pesado en Paraguay, que luego, según las autoridades, cambiaba por cocaína con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Fue capturado en abril de 2001 en la selva colombiana, tras una operación que involucró a centenares de soldados y aviones militares.
