Miles de personas participan en una manifestación contra la presencia estadounidense en Irak. |
WASHINGTON.- Miles de manifestantes opuestos a la guerra en Irak se congregaron este sábado ante la Casa Blanca para exigir que Washington retire sus tropas de ese país, en momentos en que según las encuestas de opinión, la mayoría de los estadounidenses cree que la invasión fue un error.
Llevando carteles con la leyenda "Traigan a las tropas a casa ahora", muchos manifestantes viajaron desde diversos puntos de Estados Unidos para asistir a la manifestación. Los organizadores esperaban reunir a unas 100.000 personas, pero ni éstos ni la Policía brindaron estimaciones sobre la cantidad de asistentes.
Entre los oradores del acto estuvieron Cindy Sheehan, madre de un soldado de de 24 años, Casey, muerto en Irak el año pasado, así como el parlamentario británico George Galloway. El socialista escocés recibió una calurosa recepción tras decir a la multitud: "Hay una necesidad absoluta de que su país y el mío se enfrenten codo a codo a los criminales de guerra Tony Blair (primer ministro británico) y George W. Bush".
Sheehan aseguró que hay signos claros de que la opinión pública se está volviendo contra el presidente en lo que a Irak se refiere. "Creo que se está cobrando ímpetu, puedo verlo con mis propios ojos. Pero también leo las encuestas", dijo a la prensa. "La gente me pregunta si las tropas volverán a casa y sé que lo harán, sé que lo harán", agregó.
Sheehan insufló nueva vida al movimiento antibelicista en agosto cuando acampó frente a la hacienda de Bush en Crawford, Texas (sur), para reclamar una entrevista con el presidente, que se negó a recibirla.
Bush estuvo ausente de Washington este sábado durante la manifestación, por haberse trasladado a Colorado para supervisar los preparativos militares de auxilio tras el huracán Rita.
"Mis buenos amigos de los medios no están haciendo su trabajo. Miembros del Congreso no están haciendo su trabajo, y George Bush ciertamente no está haciendo su trabajo, así que nosotros debemos hacer nuestro trabajo", aseguró Sheehan.
"A medida que el tiempo transcurre, más y más gente comienza a tener sus dudas" sobre la justificación de la guerra, afirmó Frank Nicosia, un profesor de historia que llegó en autobús a Washington junto a su esposa desde el estado de Vermont (nordeste) para asistir a la marcha.
El descontento crece
Los partidarios de Bush organizaron una contramanifestación para el domingo, argumentando que un retiro prematuro de las tropas estadounidenses podría desencadenar una guerra civil en Irak y amenazar los intereses de su país.
Entre los manifestantes había unos 40 ex soldados estadounidenses recientemente llegados de Irak, y vestidos con sus uniformes camuflados. "Esto es nuevo para mí. Nunca participé en algo igual", afirmó uno de ellos, John McNamara, de 25 años, que estuvo seis meses en Irak como chofer de un camión del Ejército.
Los organizadores afirman que la protesta busca presionar al Congreso, incluyendo a los líderes del Partido Demócrata que critican la forma en que Bush lleva adelante la guerra pero no exigen plazos para la retirada.
Las encuestas recientes muestran una fuerte caída del apoyo de la población estadounidense a la invasión de Irak. Hace una semana, un sondeo del New York Times y la cadena CBS mostró que el apoyo a la guerra cayó a 44%, el porcentaje más bajo desde que comenzaron a realizarse este tipo de consultas hace dos años.
De los 1.167 adultos consultados, 52% dijo que Washington debería retirar inmediatamente los cerca de 140.000 militares desplegados en Irak. Unos 1.900 soldados estadounidenses han muerto en Irak desde el comienzo de la guerra.