MEXICO.- Una mexicana de 29 años de edad se mutiló un dedo de una mano para fingir su secuestro y justificar así ante su esposo un faltante de dinero que le fue enviado por éste desde Estados Unidos a manera de ahorro, informó hoy la Fiscalía del estado de Hidalgo, centro del país.
La mujer dijo a las autoridades de Hidalgo que llevó a cabo su plan por temor a una represalia de su esposo, Jesús Romero Hernández, debido a que ella gastó 3.200 dólares de los 5.050 que él le hizo llegar desde Estados Unidos en calidad de ahorro.
La mujer originaria de la localidad de Nanacamilpa, en el estado de Tlaxcala, centro de México, recibió noticias de Jesús Romero informándole de su regreso y ella, desesperada por el faltante de dinero, huyó junto con su pequeño hijo y se escondió en un hotel de San Martín Texmelucan, en la provincia de Puebla.
Allí, la mujer se mutiló el dedo, se hizo atender en la Cruz Roja local y al día siguiente hizo llegar esa parte del cuerpo a su esposo mediante una empresa de paquetería para "hacer más real el secuestro", admitió Erika ante agentes de la Procuradruía de Justicia de Hidalgo.
Luego de 11 días, Erika Palacios acudió ante la policía de Tulancingo, Hidalgo, para denunciar su supuesto secuestro, pero al ser interrogada por agentes de la Procuraduría local incurrió en varias contradicciones y quedó en evidencia, informó esa dependencia.
La mujer quedó detenida y su caso fue enviado a las autoridades de Tlaxcala, indicó la Procuraduría.
Bandas de secuestradores que operan en México incurren en la violenta práctica de mutilar partes del cuerpo de sus víctimas para presionar a sus familiares en el pago del rescate.