MANILA.- Las tareas de salvamento en la aldea de San Bernardo, en el sureste de Filipinas, se reanudaron hoy con la atención puesta en los 246 alumnos y siete profesores que siguen sepultados en la escuela del barrio de Guinsaugon.
El Consejo Coordinador de Desastres Naturales (NDCC, en sus siglas en inglés), órgano que coordina la información y la canaliza hacia la Presidencia de Filipinas, rectificó anoche el número de personas que permanecían atrapadas en ese colegio, que al principio se pensaba eran 206 estudiantes y 40 maestros.
Pasadas casi 48 horas desde que un alud de tierras se abatiera sobre San Bernardo afectando a diez barriadas, la esperanza de hallar más supervivientes en el sur de la isla de Leyte empieza a debilitarse.
Un total de 953 personas siguen desaparecidas, después de que se recobrarán 50 cadáveres y se rescatara a 409 personas, de las que 20 siguen hospitalizadas.
Además 2.318 filipinos fueron desplazados y se encuntran en tres centros de evacuación.
Los equipos de rescate en San Bernardo esperan hoy la llegada a la zona de dos buques de la Armada Naval estadounidense, que se unirán a los esfuerzos de salvamento.
La presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, ha asegurado a las víctima y sus familiares que las operaciones no cesarán hasta que el último de los fallecidos haya sido encontrado y enterrado.
La catástrofe se ha atribuido a las intensas lluvias caídas en San Bernardo desde comienzos de febrero, un volumen cuatro veces superior a lo normal, según NDCC.