PALERMO.- Un presunto mafioso italiano que pesa 210 kilos fue excarcelado, al considerar la justicia de su país que ninguna cárcel puede garantizarle, debido a su obesidad, adecuadas condiciones de vida.
El hombre, Salvatore Ferranti, de 36 años y perteneciente al clan mafioso palermitano Lo Piccolo, no pasaba por la puerta del baño y la cama de su celda no soportaba su peso.
Un tribunal de Palermo decidió su excarcelación y le asignó el arresto domiciliario, reveló hoy el Giornale di Sicilia.
Ferranti tuvo que cambiar varias cárceles en pocos meses. Arrestado el 9 de agosto de 2007 en el ámbito de una investigación sobre el clan Lo Piccolo, Ferranti fue trasladado en septiembre de Sicilia a la cárcel de Pesaro.
Tras unos días fue considerado "no idóneo a la permanencia" en ese instituto penitenciario, que tuvo que destinar a su asistencia a un agente 24 horas al día.
El presunto mafioso fue trasladado entonces a Monza, norte de Italia. Desde esa cárcel, las autoridades escribieron al departamento de administración penitenciaria porque el detenido "no tiene dónde dormir, al no tener una cama adaptada a su peso".
"Además no puede ir al baño porque no pasa por la puerta", indicaron. Inútil se consideró entonces un nuevo traslado a la cárcel de Opera, en Milán, norte del país.
Según los jueces, "las condiciones de salud de Ferranti no permiten encontrar una solución que vuelva compatible con la detención la grave obesidad de la que el indagado está aquejado".
No es la primera vez que la obesidad abre las puertas de la celda a un detenido: hace dos años Aristide Angelillo, de 42 años y 270 kilos de peso, fue puesto en libertad, por el mismo motivo.