Madre de Ingrid Betancourt asegura que su hija está "muy débil, no en huelga de hambre"

PARÍS.- La rehén franco-colombiana Ingrid Betancourt,  cautiva de la guerrilla de las FARC desde hace más de seis años, "está muy  débil pero no observa una huelga de hambre", repitió este viernes su madres, Yolanda Pulecio.

Interrogada desde Bogotá por la televisión France 3 sobre los rumores alarmistas acerca de la salud de su hija, que motivaron según París el envío de  una misión humanitaria rechazara oficialmente el martes por las FARC, Pecio  estimó que "Ingrid no se encuentra tan grave".

"Son invenciones. He hablado con el médico que vio a Ingrid en la selva. No  tiene hepatitis B, no tiene leshmaniosis" (enfermedad de piel que a veces afecta al hígado), afirmó.

"Ingrid nunca se pondrá en huelga de hambre. Ingrid adora a sus hijos, adora a su familia. Se encuentra muy débil pero no es una suicida", declaró.

Las televisiones colombianas habían revelado el 4 de abril el diagnóstico  de un médico de las FARC que, decían, había examinado a Ingrid Betancourt en  fecha no precisada y fue detenido en marzo.

Según el comité de apoyo a Ingrid Betancourt (CSIB) y varios miembros de su  familia, el médico francés de la misión, que hizo su diagnóstico a partir de  esos elementos y testimonios de ex rehenes, piensa que la cautiva sufre  "paludismo, y los síndrome hepáticos que presenta pueden deberse a kistes  amibianos fijado en su hígado" y no a una recaída de hepatitis.

"Una amibiasis puede conllevar complicaciones fatales en caso de falta de  atención", subrayó el CSIB.Respecto a los esfuerzos para obtener la liberación del rehén, "se están  haciendo Varias cosas", dijo Pulecio sin mayor precisión.

"Las cosas se deben hacer entre Francia y Venezuela. Francia ha hecho  mucho. Ahora se debe tener una comunicación con las FARC" porque, recalcó, "la  última palabra la tiene la guerrilla".

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Bernard Kouchner, debe viajar  próximamente a la región. Las FARC quieren intercambiar 39 rehenes llamados  "políticos", entre ellos Ingrid Betancourt y tres norteamericanos, por 500  guerrilleros encarcelados.