ROMA.- El papa Benedicto XVI afirmó hoy que la Iglesia católica "no tiene fronteras", "es universal" "y habla todos los idiomas del mundo", en la misa que celebró en el santuario de Santa María di Leuca, en la región italiana de Apulia, adonde llegó hoy en visita pastoral.
El Papa celebró hoy una misa en la explanada del santuario de "Santa María de Leuca de finibus terrae", un templo situado en el punto más oriental de Italia, y desde el que se puede contemplar el mar Adriático y el Jónico.
El Papa recordó en su homilía que a este santuario se le conoce como el de "finibus terrae", pues era el lugar que marcaba el límite del Imperio Romano, y señaló que, sin embargo, la Iglesia católica "no tiene fronteras, es universal".
"Los límites geográficos, culturales, étnicos, o incluso las fronteras religiosas son para la Iglesia una invitación a la evangelización bajo la perspectiva de una comunión en la diversidad", dijo.
Benedicto XVI añadió que la misión de la Iglesia católica es "hablar en todos los idiomas del mundo" y que su originaria vocación es "ser, como revelaba el profeta Abraham, una bendición para todos los pueblos de la Tierra".
En otro de los pasajes de su homilía, el Papa denunció la tendencia al "individualismo" de la sociedad moderna y aseguró que el primer servicio de la Iglesia católica es "educar al sentimiento social, a la atención al prójimo, a la solidaridad y al compartir".
Según el Papa, la Iglesia católica "ejerce un influjo positivo en el plano social porque promueve una humanidad renovada y relaciones más abiertas y constructivas".
Añadió asimismo que la Iglesia católica "no puede y no quiere sustituir a las instituciones", y que su única misión es la de "estimularlas y apoyarlas", y "colaborar con ellas por el bien de todos, a partir de las situaciones más difíciles".
Por otra parte, dijo a los jóvenes del sur de Italia que "el bien siempre gana, aunque a veces puede aparecer derrotado por los atropellos y las artimañas".
El Papa se trasladará después a Brindisi, donde mantendrá un encuentro con los fieles de la ciudad, en particular con los jóvenes.
Mañana, el Papa saludará a las religiosas de la diócesis, y después celebrará misa en el puerto de Brindisi, mientras que por la tarde se reunirá los sacerdotes en la Catedral, concluyendo así su visita.