GAZA.- Aviones de guerra y helicópteros de combate de Israel atacaron el sábado la Franja de Gaza controlada por el grupo islámico Hamas, causando la muerte de al menos a 208 personas, en uno de los días más sangriento para los palestinos en 60 años de conflicto con el Estado judío.
Los militantes palestinos respondieron lanzando decenas proyectiles que provocaron la muerte a un hombre israelí y dejaron a varios otros heridos. Ambas partes aseguraron que están preparadas para lanzar mayores ataques.
El ataque podría reducir a la nada las estancadas conversaciones sobre la creación de un Estado palestino.
El primer ministro de Israel, Ehud Olmert, dijo que la operación podría "tomar tiempo".
"Ciudadanos israelíes (...) es posible que en el corto término, el número de cohetes se eleve y que su alcance sea más lejano a lo que estamos acostumbrados", remarcó Olmert.
En tanto, una alta fuente militar del Estado judío sostuvo que la campaña podría expandirse.
"Deberíamos estar preparados para una operación en desarrollo que podría durar un tiempo largo", sostuvo.
"No tenemos tiempo límite para eso y estamos decididos a ir hasta el final si es necesario, con todas nuestras opciones, aire, tierra, lo que sea", remarcó la fuente.
Una densa nube de humo negro se elevaba sobre Ciudad de Gaza, donde los muertos y heridos yacían tirados en el suelo, luego de que más de 30 misiles destruyeron más de 40 instalaciones de seguridad, incluyendo dos en las que Hamas realizaba ceremonias de graduación para nuevos reclutas.
El Ejército israelí apuntó contra "infraestructura terrorista" tras días de ataques con cohetes por parte de militantes desde Gaza hacia el sur de Israel.
"Hay un momento para la calma y tiempo para la lucha, y ahora ha llegado el momento de luchar", sostuvo el ministro de Defensa Ehud Barak.
Más de 700 palestinos resultaron heridos, dijeron fuentes médicas.
Los ataques con cohetes aumentaron la presión para actuar sobre los líderes políticos israelíes, al tiempo que se acerca la elección del 10 de febrero.
Por su parte, el alcalde de Ashkelon, una ciudad costera en el alcance de los cohetes de Hamas, dijo que los efectivos militares del Estado judío le habían informado que la operación duraría "más de una semana".
La ministra de Relaciones Exteriores de Israel, Tzipi Livni, una importante candidata para las elecciones del 10 de febrero, pidió apoyo internacional ante "una organización extremista islámica (...) que está siendo respaldada por Irán", el archienemigo de su país.
"Sólo la semana pasada Israel fue atacado desde la Franja de Gaza y en un día fueron disparados cerca de 80 misiles y morteros contra civiles israelíes", sostuvo. "Ya es suficiente", agregó.
EE.UU. pide a Hamas detener hostilidades
El Gobierno del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, le pidió a Hamas que detenga los ataques fronterizos con cohetes y solicitó a Israel que evite las muertes de civiles en sus redadas contra Hamas, aunque no hizo un llamado para que el Estado judío termine con su ofensiva.
En tanto, la secretaria de estado Condoleezza Rice culpó a Hamas por la ruptura del cese al fuego con Israel.
"Estados Unidos condena fuertemente los repetidos ataques con cohetes y morteros contra Israel y señala a Hamas como responsable por la ruptura del cese al fuego y la renovación de la violencia en Gaza", sostuvo Rice en un comunicado.
"El cese al fuego debe ser restablecido de forma inmediata", agregó.
Por su parte, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, condenó el "excesivo uso de la fuerza" por parte de Israel y los asaltos de militantes palestinos, luego de exigir un "inmediato alto al fuego".
Hamas informó que murieron al menos 100 miembros de sus fuerzas de seguridad, incluido un jefe policial, Tawfiq Jabber, y el jefe de la unidad de protección y seguridad del movimiento islámico, junto con otras 15 mujeres y algunos niños.
Las morgues en la Franja de Gaza no dan abasto con los cadáveres.
Grupos de rescate indicaron que temían que la operación israelí impulse una crisis humanitaria en el empobrecido enclave costero, donde habitan un millón y medio de palestinos, la mitad de ellos dependientes de ayuda alimentaria.
HAMAS DICE DESATARA "EL INFIERNO"
Hamas amenazó con desatar "el infierno" para vengar a sus muertos, incluyendo posibles atentados suicidas contra Israel.
El Presidente palestino, Mahmoud Abbas, dijo que la ofensiva aérea israelí era "criminal" y pidió la intervención de la comunidad internacional.
Por su parte, el líder de Hamas en Franja de Gaza dijo en un mensaje a los palestinos que Gaza nunca cederá ante Israel.
"No dejaremos nuestra tierra, no haremos flamear banderas blancas y no nos arrodillaremos ante nadie, salvo ante Dios", dijo Ismail Haniyeh un una carta al pueblo palestino publicada en un sitio en internet cercano a Hamas tras el ataque israelí en Gaza que dejó 205 personas muertos.
Haniyeh acusó a Israel de llevar adelante una "masacre".
"Palestina nunca fue testigo de una masacre más desagradable que esta", dijo Haniyeh un un comunicado difundido por el canal de televisión del grupo, Al-Aqsa.
Palestinos protagonizaron manifestaciones de protesta en el este de Jerusalén, Ramallah y Hebron, desatando peleas con el Ejército israelí.
El jefe de Política Exterior de la Unión Europea, Javier Solana, pidió un inmediato cese al fuego en Gaza e instó "a todos a aplicar máxima moderación", dijo su portavoz.
Egipto condenó los ataques y dijo que seguirá intentando restablecer la tregua, mientras los ministros de Relaciones Exteriores de los países árabes anunciaron que realizarán una reunión de emergencia en El Cairo entre domingo y lunes para tomar una postura común frente a la ofensiva.
Cuerpos de uniformados yacían apilados y los heridos se retorcían de dolor. Miembros de los equipos de rescate trasladaban a quienes mostraban signos vitales hacia autos y ambulancias, mientras que otros intentaban reanimar a quienes estaban inconscientes.
Los ataques se produjeron tras la decisión de Olmert de ampliar las medidas contra los asaltos transfronterizos de militantes palestinos, luego del colapso de una tregua de seis meses hace una semana.
Una ofensiva israelí de cinco días en marzo causó la muerte a más de 120 personas, pero la cifra de muertos del sábado podría ser la más alta para los palestinos desde su revuelta de la década de 1980.