Eluana lleva 17 años en estado vegetativo desde que sufrió un accidente automovilístico en 1992.
ReutersSANTIAGO.- El pan y el agua son el símbolo de las protestas contra la decisión de retirar la sonda gástrica que mantiene con vida a Eluana Englaro, quien permanece en estado vegetativo desde hace 17 años. Como su condición le permite vivir sin necesidad de ayuda artificial, el único procedimiento médico que posibilita su muerte es retirar la sonda por la que es alimentada. Sin embargo, su deterioro será gradual y perecerá sólo unos 15 días después de que esto ocurra.
Ante este panorama, surge la interrogante acerca de si Eluana sufrirá o sentirá hambre y sed durante el tiempo en que no reciba alimentación ni agua a través de la sonda. Uno de los detractores de la medida, el cardenal Javier Lozano, ha cuestionado que "a su sufrimiento" se sume "la muerte por hambre y por sed", mientras que el neurólogo a cargo ha sostenido que ella "no sufrirá".
Esta última afirmación es refrendada desde una perspectiva clínica por el Dr. Sergio Castillo, secretario general de la Sociedad Chilena de Neurología, Psiquiatría y Neurocirugía (Sonepsyn), quien explica que "ella está en un estado vegetativo persistente y en ese estado tú no tienes función cerebral voluntaria ni tampoco sensación de deseos o carencias fundamentales".
"Tú no sientes en esa condición, no tienes noción de hambre ni de sed y el aporte que se hace de elementos como suero u otro tipo de nutrición más sofisticada es mantener los tejidos y los sistemas funcionando, pero no significa una satisfacción conciente de la paciente", señala el también presidente del Comité Ético y Científico de la Clínica Dávila.
Consultado sobre si es necesario aplicarle algún paliativo, sostiene que "no tiene ningún sentido puesto que la paciente no tiene ninguna sensación conciente de carencia, entonces al contrario de lo que alguna gente no informada piensa, no es que al retirarle sus fluidos básicos esté siendo objeto de sufrimiento, no está sufriendo ni está teniendo conciencia de que está siendo carenciada".
Menos tajante, el Dr. Sergio Valenzuela, presidente del Comité de Ética del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, afirma que "hasta donde sabemos, en los estados de conciencia mínima, aparentemente no hay sufrimiento en el sentido en que nosotros lo conocemos, con componente de angustia. Suponemos que no sufriría, pero eso tampoco lo podemos asegurar, tenemos toda la impresión de que no tendría que producirse un sufrimiento en el sentido psíquico o psicológico".
No obstante, señala que "obviamente" sí habrá "sufrimiento físico, porque hay un consumirse de la persona en la deshidratación y en la inanición, pero desde el punto de vista psíquico no se produciría sufrimiento como lo conocemos".
Lo primero en dañarse será el sistema renal
De acuerdo a los especialistas, una vez retirada la sonda, Eluana tardaría al menos unos 15 días en morir. Según explica el Dr. Castillo, la interrupción del suministro de estos fluidos provocará un "deterioro gradual" de las funciones de los sistemas y el primer órgano afectado será el riñón.
"Cronológicamente, uno de los primeros órganos que sufre la falta de aporte de suero y otros nutrientes es el riñón, inmediatamente se cae en insuficiencia renal aguda, y el otro es el cerebro porque si no le aportas una cantidad de nutrientes importante, que aporte oxígeno y glucosa, el cerebro caerá en insuficiencia. Finalmente, el corazón y el resto de los órganos", detalla.
Otra interrogante que surge es si es posible despertar de un estado vegetativo. El Dr. Castillo dice no conocer casos de ese tipo, "no están tampoco reportados en la literatura ni podría haberlos, eso no tiene ninguna razón lógica. Si el diagnóstico de estado vegetativo persistente fue formulado correctamente por los especialistas, no hay ninguna razón lógica, fisiológica, para que ocurra".
Explica que el estado vegetativo se cataloga como "persistente o permanente" cuando el paciente ya ha estado unos tres meses en esa condición. "Ahí ya estamos hablando de gente que bajo ninguna razón fisiológica va a poder experimentar una recuperación de funciones corticales, esas funciones que se perdieron están irreversiblemente perdidas", sostiene el especialista.
Por su parte, el Dr. Valenzuela consigna que "hay algunos pocos casos en que los pacientes han podido despertar, pero han despertado a estados de conciencia mínimos, no recuperan la conciencia completamente, pueden comunicarse en forma muy primitiva, muy básica".
Algunos se pueden preguntar por qué someter a Eluana a un procedimiento tan prolongado como interrumpir su alimentación e hidratación para dejarla morir, en lugar de "desconectarla" de algún soporte ventilatorio o cardiaco.
Lo que sucede es que la mujer, al encontrarse en estado vegetativo -y no con muerte cerebral-, es capaz de mantenerse viva sin necesidad de estos aparatos, salvo por la instalación de la sonda gástrica, que le proporciona nutrientes.
"La única forma de que ella muera producto de un acto médico es desconectarle la sonda por donde se alimenta e hidrata", explica el Dr. Sergio Valenzuela.
En cambio, quienes padecen muerte cerebral, "sólo son sostenidos por elementos artificiales y si no fueran asistidos por esos medios tecnológicos no tendrían ninguna capacidad de mantenerse vivos", indica el Dr. Castillo.
"En el concepto moderno, muerte encefálica es prácticamente sinónimo de muerte y ése es el principio que se está aplicando hoy en día en el mundo en los programas de donantes", señala.