SHANGHAI.- La Exposición Universal de Shanghai recibió en sus primeros cinco días 796.700 visitantes, muy lejos de los 400.000 visitantes de media diaria que habían augurado sus organizadores, y que incluso esperaban duplicar en días especiales, como los tres primeros del evento.
Los visitantes han ido cayendo desde los algo más de 200.000 registrados el día de la apertura, el pasado sábado, hasta los 85.564 de ayer, la peor de las cinco jornadas que ha estado en marcha la Expo, con la excepción del domingo, cuando alcanzó los 215.000 visitantes.
Los responsables del evento atribuyeron en la prensa china la escasez de visitantes al calor, que apenas ha comenzado en Shanghai, y a que muchos decidieron esperar para visitar la Expo al imaginar que, por la fiesta del 1 de mayo, habría muchísima gente en el recinto.
A estos factores añadieron la intensa lluvia de ayer para explicar la escasa afluencia, informa hoy el diario oficial "Shanghai Daily".
Los pabellones nacionales y de las ciudades no han recibido una explicación oficial por parte de los organizadores, aunque algunos, consultados por Efe, creen que la Expo está limitando la entrada de visitantes en los primeros días para ajustar su funcionamiento y las medidas de seguridad.
En los ensayos previos a la apertura, el recinto se convirtió en un caos, con los controles de seguridad desbordados y pabellones que tuvieron que cerrar por la avalancha de gente, lo que llevó a los organizadores a renunciar al día con 500.000 personas con el que tenían previsto finalizar los ensayos.
Según los responsables de la Expo, hasta el 4 de mayo se habían vendido ya 33,1 millones de entradas, todas ellas sin fecha fija de uso y por anticipado, ya que las taquillas no abrieron hasta ayer, como parte de las medidas para evitar las aglomeraciones que al final no se han producido.
A pesar de la falta de visitantes, algunos participantes están cumpliendo sus expectativas, como el pabellón chileno, que esperaba un mínimo de 10.000 visitantes diarios y en los cuatro primeros días recibió 53.000 personas, según sus responsables.
La peor parte de la escasez de visitantes se la está llevando la Zona de Mejores Prácticas Urbanas (ZMPU), una de las innovaciones de esta Expo, en la que por primera vez en la historia, las ciudades también tienen pabellones propios, entre ellas, Madrid, Barcelona y Bilbao.
Sin embargo, son muy pocos los que se deciden a cruzar el río que separa la zona de los pabellones nacionales de la zona de ZMPU y los pabellones de empresas, y menos los que entran en la Expo por ellas.
El responsable de uno de los pabellones de ciudades explicó que ya ha habido reuniones con los organizadores para tratar de tomar medidas para solucionar el problema, entre ellas, hacer que el autobús que cruza el río llegue hasta la ZMPU, en lugar de quedarse en el área de los pabellones de empresas, como hasta ahora.