WASHINGTON.- Los actores estadounidenses Brad Pitt y Jennifer Aniston dieron el sí hoy en Malibú, California, en una boda que, pese a sus deseos de privacidad, se transformó en un evento mundano para el Hollywood del 2000.
La boda, con 200 invitados y que le costó a los actores un millón de dólares, se vio desde las primeras horas acompañada por los numerosos helicópteros de la prensa que sobrevolaban la casa de la playa en la que ambos pronunciaron el fatídico sí.
La boda se desarrolló a orillas del mar en las playas de Malibú en la casa que pertenece a la famosa productora de televisión Marcy Carsey y tuvo para entretener a los invitados la presencia del famoso grupo pop-latino Gypsy Kings.
Según trascendió, los costos de la boda se repartieron en 350 mil dólares en el animador del evento, 300 mil en tiendas, 100 mil en el servicio de seguridad, 80 mil en los pasajes aéreos y una noche de hospedaje de los invitados y 75 mil en flores.
Programada para la semana pasada, la boda, fue postergada hasta hoy para que pudiera asistir también Lisa Kudrow, que interpreta a la alocada Phoebe en la telecomedia "Friends", en la que Aniston es una de las estrellas.
Aniston lució un vestido diseñado por Lawrence Steele, el mismo diseñador que le hizo el vestido del vertiginoso escote que la actriz llevaba puesto en la entrega de los Oscar de este año.
Para garantizar la privacidad del evento, los mismos invitados no supieron la dirección de la boda hasta hoy, pero las indiscreciones no tardaron en salir a la luz y las tropas televisivas se apostaron desde ayer frente a la casa de Carsey.
La pareja, dijo su vocero, distribuirá luego a la prensa una sola foto de la boda.
El actor (36 años) unos de los sex-symbol de los años noventa comenzó a frecuentar con gran discreción a Jennifer (31) hace tres años, después de haber estado de novio con Gwyneth Paltrow y con Juliette Lewis, mientras que Aniston estuvo ligada por tres años con el actor Tate Donovan.