COYHAIQUE, Chile.- Perros y guardias de seguridad protegían el jueves al príncipe Guillermo, de Inglaterra, mientras un grupo de adolescentes y "paparazzi" locales intentaba alcanzarlo para besarlo o tomarle una foto.
Decenas de guardias de seguridad bloquearon todas las carreteras hacia el centro de expedición donde el príncipe Guillermo recibe instrucción técnica de sobrevivencia y operación de equipo radial.
El príncipe, que dormirá en una casa de campaña en un campamento de la Patagonia, a 1.600 kilómetros de Santiago, permanecerá diez semanas construyendo puentes y estudiando la fauna silvestre del lugar en un centro de expedición junto a otros 110 jóvenes.
"No hay acceso; ésa es la orden", dijo un guardia de seguridad con lentes oscuros.
El príncipe, de 18 años, se encuentra en el interior de un rancho propiedad de Raleigh International, el grupo organizador de la expedición. El sitio está rodeado de pinos y el río Coyhaique.
Muchos de los aglomerados eran sólo niñas. "El es extremadamente hermoso. Sólo quiero verlo", dijo Cristina Rebolledo, de 12 años, quien caminó cinco kilómetros desde Coyhaique para llegar al centro Raleigh.
"Somos fanáticas, pero no nos dejan pasar, ni siquiera para saludarlo", dijo la adolescente que iba en compañía de cuatro amigas frustradas en su intento de ver al príncipe dada la seguridad que rodeaba el área.
El príncipe Guillermo, que estará ocupado con proyectos comunitarios, investigaciones científicas y aventuras turísticas durante su estada en la Patagonia, permanece resguardado por su escolta tradicional y por agentes chilenos. El heredero al trono llegó a la Patagonia el lunes.
El príncipe y otros 110 voluntarios estarán enfrascados en proyectos sociales, como la construcción de una estación de bomberos y varios puentes, además de la restauración de viviendas de ancianos que residen en la más apartada región de Chile, un lugar que no tiene ni siquiera carreteras en el sur debido a la densidad de los bosques y clima helado.