NUEVA YORK.- Mientras millones de fans devoran las 870 páginas del último libro del exitoso Harry Potter, las editoriales rivales imploran por un "efecto halo" y la oportunidad de que sirva de impulso a un próximo libro para lectores jóvenes.
"Harry Potter y la orden del Fénix", el quinto libro de la serie escrita por la británica J.K. Rowling sobre el niño mago, vendió más de cinco millones de ejemplares sólo el 21 de junio, el primer día que salió a la venta.
En vez de envidiar el éxito de la editorial estadounidense de Potter, cholastic Corp., los expertos de la industria están agradecidos de que el toque mágico de Rowling haya encendido el interés por los libros para niños.
"Todo el mundo está emocionado de que todo el interés es acerca de la lectura", dijo Tracy van Straaten, directora de publicidad de Simon & Schuster. "Es una cosa muy buena".
"Todos están ansiosos de ver el impacto de la atención de los medios que rastrean las librerías este verano (boreal)", agregó.
Por su parte, Doug Whiteman, director de Penguin Young Readers Group, afirmó que "Harry Potter ha derribado la puerta para la venta de libros de fantasía para niños".
Las series y novelas por entregas de fantasía son el furor y no hay escasez de títulos.
Desde la serie "Artemis Fowl", de Eoin Colfer acerca de una brillante joven mente criminal, al libro del cómicamente sombrío Lemony Snicket, escrito por Daniel Handler llamado "A Series of Unfortunate Events" y las series del sofisticado Philip Pullman "His Dark Materials", hay una gran variedad en el mercado.
"Creo que sin dudas se tiene que decir que la señora Rowling hizo un servicio a los lectores y a la industria editorial en general", afirmó Richard Klonfas, que adquiere libros infantiles para Coliseum Books en Nueva York. "Ella ha hecho que los niños se emocionen mucho con la lectura".
Estantes llenos de fantasía
Las secciones de fantasía están llenas de opciones, según Dara La Porte, gerente del departamento infantil de la librería Politics and Prose de Washington.
La austríaca Eva Ibbotson, quien ha escrito de hechiceros, brujas y fantasmas, está entre los autores que se beneficiarán del "efecto halo" de Harry Potter, según La Porte.
La Porte resaltó un lado negativo del fenómeno del niño mago: presión sobre los jóvenes lectores que quizás no estén listos para Potter.
"La presión en los más jóvenes para leerlos es una pena en muchas forma", dijo. "Algunos niños se sientes abrumados al leerlos y hay tantas cosas maravillosas que pueden leer a esa edad".
El frenesí de Potter, que Rowling comenzó a escribir en un café de Edimburgo, Escocia, como una madre soltera sin muchos recursos económicos, también ha alcanzado a un público más maduro.
"Parte del fenómeno es que el adulto disfruta (los libros)", dijo Van Straaten, de Simon & Schuster.
"Nunca ha sido un secreto que los libros de los niños son maravillosos, pero creo que algunas veces los adultos cuando crecen lo pueden olvidar".
Buscando el próximo fenómeno
Dos nuevas series de libros serán lanzadas hacia finales de año de fuentes poco usuales.
Penguin está publicando "Lion Boy", escrita por Zizou Corder, el seudónimo literario de Louisa Young y su hija de 10 años Isabel Adomakoh Young, cuya lagartija mascota se llama Zizou.
El primer libro de la trilogía planeada cuenta la historia de un niño de 10 años que puede entender el lenguaje de los gatos y usa los felinos callejeros para ayudarle a encontrar a sus padres secuestrados. Los derechos de películas han sido optados por DreamWorks.
"Eragon" es una fantasía desatada por el descubrimiento que hace un chico de un dragón recién nacido. Su autor Christopher Paolini, ahora de 19 años, comenzó la trilogía cuando era un escolar de 15 años.
Whiteman dijo que es natural tratar de sacar provecho de Potter.
"Cuando se tiene una categoría popular como ésta uno enfoca más gente en eso", dijo el ejecutivo de Penguin. "Creo que todos estamos invirtiendo dinero en esta categoría".