Elias Canetti |
LONDRES.- Es algo así como la imagen ideal del ciudadano europeo. Elias Canetti, escritor, filósofo y Premio Nobel de Literatura, nació en Bulgaria y creció en Austria, Inglaterra, Alemania y Suiza. Su vida de 89 años estuvo marcada por los acontecimientos del siglo XX y por numerosas relaciones amorosas. Hoy se cumplen cien años de su nacimiento.
Tres obras muy diferentes lo hicieron famoso en todo el mundo. Su carrera comenzó en principio de forma lenta con la novela grotesca y alegórica "Auto de fe" (1935), en la que describe el hundimiento de un estudioso obsesionado con los libros. La novela se menciona hoy en día a la altura de "El hombre sin atributos", de Robert Musil, y "Berlin Alexanderplatz", de Alfred Döblin.
Para su principal obra teórica, "Masa y poder" (1960), en la que intenta responder a la pregunta de por qué la masa atrae al individuo, Canetti reunió material durante décadas. El mismo consideraba ese trabajo como la obra de su vida, pero el interés del público se hizo esperar también en este caso otros diez años.
Su autobiografía en tres tomos fue su primer bestseller. También su relato sobre un viaje a Marrakesh (1968) se convirtió en un favorito de los lectores. Poco conocidas son sus obras de teatro, como por ejemplo "Los emplazados", que se estrenó en 1967.
"La fama le llegó tarde a Canetti", escribe Sven Hanuschek en la primera biografía del escritor, que de acuerdo a su disposición sólo pudo publicarse diez años después de su muerte. "Su ascenso a escritor mundialmente conocido comenzó a mediados de los 60", dice Kristian Wachinger, que publicó un libro con fotos sobre la vida del escritor.
Cuando Canetti recibió el Premio Nobel de Literatura en 1981, tenía tras de sí una vida muy agitada. Como hijo de un judío sefardí nació en 1905 en la actual Ruse, en Bulgaria. La familia migró en 1911 a Manchester (Gran Bretaña). En 1912, murió su padre. Luego, Elias se mudó con su madre y sus dos hermanos a Viena.
Canetti asistió a la escuela en Viena y Zürich, pero terminó el bachillerato en Frankfurt, Alemania. Mientras la madre se fue con los hermanos a París, envió a Elias de regreso a Viena para que estudiara química. Allí, Canetti conoció a su primera esposa, la escritora Veza Taubner. En 1939, ambos huyeron de los nazis a Inglaterra. Hasta su muerte tuvo una casa en el barrio londinense de Hampstead.
Tan diversos como sus lugares de residencia eran sus lenguas. "Sus primeras palabras las dijo en ladino (un dialecto del español), que hoy está casi extinguido", explica Hanischek. Luego aprendió a hablar búlgaro, turco, inglés y francés. Pronto se sumó el alemán, por el que desarrolló un cariño especial a pesar de las clases "tiránicas" de su madre. En el exilio escribió: "Al leer y escribir soy solo alemán".
Hasta los años 60, vivió en condiciones humildes y dependía del apoyo de amigos. Colegas como James Joyce, Thomas Mann y Max Frisch no siempre hacían comentarios amables sobre él. Para algunos era considerado egocéntrico y demasiado tendiente a la sobrevaloración de sí mismo. Sus apuntes en cambio transmiten la imagen de un hombre poco convencido de sí mismo y de su trabajo.
La vida amorosa de Canetti es ya casi legendaria. En 1934, se casó con Veza, pero hasta la muerte de ella en 1963 tuvo diversas amantes con su consentimiento. Con la escritora Friedl Benedikt y la pintora Marie-Luise von Motesiczky mantuvo relaciones de muchos años. Con la escultora Anna Mahler y la escritora inglesa Iris Murdoch, en cambio, tuvo romances breves. En 1971, se casó con la restauradora Hera Buschor, con la que tuvo una hija.
Hasta su muerte el 14 de agosto de 1994 en Zürich, Canetti no pudo decidir si se sentía en casa en Bulgaria, Inglaterra, Suiza, Austria, España o Alemania. En sus escritos se puede leer: "Admito que no tengo patria. Pero a cada país al que llegaba comenzaba a amarlo muy pronto".
