El disco
Al vuelo del ñamco resume las inspiraciones del bajista.
Íñigo Díaz
Quien lea esto puede pensar lo que quiera. Ernesto Holman, el protagonista de esta historia, habla muy seriamente de lo ocurrido: "En mi primera visión escuché una voz y unos tambores. Tiempo después, mientras experimentaba en mi estudio, se me aparecieron unos diez mapuches antiguos con sus chiripas (taparrabos) y trariloncos (cintillos). La última visión que tuve fue un lonco con cabeza de águila".
El músico experimenta con la sonoridad del jarrón de greda.
Desde entonces, Ernesto Holman (el histórico bajista eléctrico del grupo Congreso) dejó las orquestas televisivas, los ensayos de jazz, la música progresiva y la composición electroacústica para orientarse completamente a la música "de inspiración mapuche", como la llama él: "Para tocar música mapuche real se necesita kultrún o trutruka, y algunos de esos instrumentos son sagrados. Sólo la machi, o quien ella autorice, puede tocar el kultrún".
Lo de la "cabeza de águila" de la visión que experimentó no es trivial dentro de su filosofía musical. El águila es el animal totémico que Holman eligió, el símbolo de la sabiduría y del alto vuelo. En mapudungun, "ñamco", como el título de su tercer disco (2003) y también del que hoy se encuentra presentando junto a un particular ensamble:
Al vuelo del ñamco (2005).
Electro-mapuches
En las composiciones de su nuevo trabajo se integran bases pregrabadas, tecnologías midi, intrumentos amplificados y mucho cablerío junto a lo más primitivo de la música de este pueblo ancestral: las percusiones y los cantos:
"No utilizo el mapudungun como lengua, sino fonemas libres que elijo en las improvisaciones. Con mi grupo tocamos el metawe (jarrón de greda) como fondo de percusión permanente".
Su banda operativa no es ni un colectivo de fusión, ni un ensamble de cámara. Más bien calza en la categoría de "sistema de sonido", donde cada mecanismo está ajustado a los requerimientos de la música. Junto a Holman actúan Rodrigo Herrera y José Miguel Vergara, sus alumnos de bajo eléctrico, pero que en esta ocasión han sido incluidos como los "mecanismos del sistema". El primero como teclista y el segundo como percusionista.
"Si como bajista eléctrico alguna vez me sorprendí con Jaco Pastorius y seguí de cerca su carrera, hoy prefiero a un compositor como Joe Zawinul, capaz de hacer que los sonidos sintetizados se ubiquen en un contexto acústico, o sea, con músicos sobre el escenario, y no necesariamente acusmático (música pregrabada). ¿Qué si hago música electrónica de carne y hueso? Creo que sí. Me acomoda el concepto".
Arriba el bajo
Por mucho tiempo, las cuerdas lisas del bajo eléctrico sirvieron para acompañar cumbias y canciones pop. Las cuerdas entorchadas le cambiaron el brillo y la aparición de tipos como Jaco Pastorius, transformaron al bajista de sesión en una celebridad.
Algunos ejemplares chilenos surgidos tras Holman son Jorge Campos, quien encabeza un kuarteto (con K mapuche). Pablo Lecaros lanzará un tercer disco de fusión criolla junto a La Marraqueta. Christian Gálvez tiene su propio álbum
Dinámica solista y Luis Cheul avanza como líder de un trío fusión.
Más informaciones en
www.ernestoholman.scd.cl
