Después de pasar por el infierno tras su debut como director con "Vidas privadas", el músico argentino vuelve a Chile a fines de agosto a presentar
Moda y pueblo, el disco en el que revisita temas propios y ajenos. Pero eso no es todo: espera poder filmar pronto su segunda película y sacar un disco con canciones nuevas en 2006. Eso, si su agitada vida se lo permite.
Carolina Cerda M.
Son las cuatro de la tarde en Buenos Aires y Fito Páez toma el teléfono por obligación. Aunque es amable y a ratos, sus respuestas son antecedidas por carcajadas, el músico no tiene ningún problema en decir que no cree que las entrevistas conduzcan a mucho. Pero su nuevo disco,
Moda y pueblo, y el próximo recital que dará el 27 de agosto, en el Teatro Caupolicán, lo tienen hablando, a su pesar, con los periodistas cada 3 horas.
Los últimos cuatro años no han sido fáciles para Fito Páez: terminaron sus 12 años de matrimonio con Cecilia Roth, su cinta "Vidas privadas" fue un fracaso y sus discos venden la mitad que hace una década. Pero él no se echa a morir. Sabe que lo suyo es la música. De hecho, su nuevo espectáculo, que presentó en Argentina hace 6 semanas, tuvo buenas críticas de los diarios "El Clarín" y "La Nación". Algo importante, porque es el mismo show que mostrará en Santiago.
"Vamos (junto al músico Gerardo Gandini) a ir con un noneto de cuerdas - dos primeros violines, dos segundos violines, dos violas, dos cellos y un contrabajo- , bajo, batería y piano… nada más. El disco tiene 10 canciones y en el show mostramos 25", dice respecto del recital con el que se reencontrará con el público chileno y que incluirá viejas canciones y algunas nuevas. Porque Fito sí tiene canciones nuevas. Aunque
Moda y pueblo, que acaba de salir bajo etiqueta Sony-BMG, es más bien una antología que sólo contiene dos novedades - "Romance de la perla negra", un poema de Federico García Lorca, y "Las palabras", un tema que quedó fuera de
Abre de 1999- hay un disco que contiene sólo temas inéditos y que debería salir a la venta a mediados del próximo año.
Para eso aún falta. Hoy está haciendo una entrevista sin querer hacerlo, ¿por qué? Porque así lo quieren los sellos y las productoras. Porque si bien el argentino vende bien —en su anterior sello, Warner, hablan de varios discos de platino y oro—, las cifras indican que desde
Euforia (1996), el músico no ha vuelto a ser fenómeno (ver recuadro). En pocas palabras, a estas alturas Fito no es infalible. Y él lo sabe. Y no le importa demasiado.
"Entre los 28 y 30 años (hoy tiene 42), hice dos discos, que vendieron mucho y la gente se volvió loca. No existía toda la vida mediática que hay ahora… entonces yo fui una especie de personaje de la época, digamos. Yo hago música desde que tengo 15 años, ¿me
entendés?, no es algo que haya cambiado mi relación con la música. Fue un momento precioso de mucha locura, mucho disparate… de sobreexposición".
Su experiencia en labores extramusicales tampoco fue buena. Su debut como director en la película "Vidas privadas", fue derechamente malo. La cinta, en la que actuaban Cecilia Roth y Gael García Bernal y que tocaba el tema de los hijos de detenidos desaparecidos que fueron adoptados ilegalmente en la década de los 70 en Argentina, no fue bien recibida por el público. Además, estuvo lejos de recuperar la inversión de $1.300.000 dólares, que Páez puso de su propio bolsillo, y la crítica tampoco fue benevolente.
"Yo quiero mucho a esa película y la defiendo mucho. Si uno se basa en lo que piensan los demás, no haría nada (ríe). Tampoco son todos los demás (a los que no les gustó). La verdad es que he tenido devoluciones maravillosas. Además, la vieron más de medio millón de personas en todo el mundo y tuve comentarios de medios alternativos muy buenas. En estos momentos, sobre todo en Argentina, hay críticos que han vuelto a verla. Están volviendo sobre sus pasos. Y eso es lo que más feliz me pone. Es muy gratificante también, a pesar de que no haya sido un buen negocio, digamos, económicamente. Pero que hayan reconocido que conmigo y la película hicieron una carnicería, es muy bueno", dice.
Hay que tener valor para volver al cine después de una experiencia así. Pero el músico lo hará. Entre enero y febrero de 2006 pretende filmar "¿De quién es el portaligas?", "una comedia muy enrollada, pero, en el fondo, linda", dice. Se trata de un proyecto en el que lleva trabajando un año y medio y para el que está buscando financiamiento. La cinta está escrita para Romina Ricci (su actual pareja y madre de su hija Margarita) y dos amigas de ella, Julieta Cardinali ("El nominado") y Leonora Valcarce. "Son tres comediantes exquisitas", dice sobre ellas. Y sigue: "Está basada en cosas autobiográficas mías, pero pensando mucho en ellas como actrices", adelanta, aunque no se arriesga a decir más. Porque después de "Vidas privadas" algo aprendió: "La otra vez empecé a contar algunas cosas y la gente ya sabía lo que iba a ver al cine. Ya pasé por la trituradora… ya pasé. Ahora no cuento nada, no voy a dar más de 10 guiones en todo el mundo. Y la gente tendrá que ir al cine a ver la película".
Bueno, y luego está su relación con la prensa. "Los medios no existen para mí. O sea, acá hay una falsa ilusión de la época: si estás en los medios, existes y si no, no. Y yo tengo una existencia completamente independiente de la vida mediática. No preciso de estar o no estar en un medio. Mi vida, la de mi familia (que además de Ricci y la hija de ambos, la conforma Martín, el niño que adoptó junto a Cecilia Roth cuando estaban casados) y la de la gente que amo no depende en absoluto de lo que pasa en la televisión o lo que pasa en la prensa gráfica. A mí, la verdad, me chupa un huevo las ideas que circulan por ahí, no me importan en lo más mínimo, las ideas fuertes pasan por otro lado. No por ahí. Pasan cada vez más por las individualidades, por las personas. Entonces, el tema es no vivir engañados, porque está muy bien todo, pero habemos algunos que podemos estar sin eso, quiero decir… yo leo libros, no leo los diarios, ésa es la verdad". Y sigue: "Yo creo mucho en la música como lenguaje, como expresión y como forma, y eso atraviesa el tiempo, atraviesa las cosas que hablan de uno bien o mal. Es tan fuerte la expresión musical, tan hermosa, que funciona sola. Cuando nosotros empezamos a tocar en los 80 no se podía salir en los diarios, no había revistas. Estábamos los dos países en dictadura, íbamos al grano: tocábamos. ¡Entonces… menos notas (de prensa) y más horas al piano!", exclama. Porque Fito Páez tiene clara cuál es la receta para su versión 2005-2006.
Recital Fito Páez:
Viernes 26 y sábado 27 de agosto, Teatro Teletón, Santiago.
Lee aquí el comentario del nuevo disco Moda y Pueblo.
En bajada
Con "Tercer mundo" (1991) Fito Páez vendió casi 15 mil unidades . Con "El amor después del amor" se llevó doble disco de platino por los más de 50 mil discos que vendió. De ahí vinieron "Circo Beat" (1994) con 25 mil copias, "Euforia" (1996) y sus otros 50 mil discos vendidos. De ahí la cosa ha sido más lenta: "Abre" vendió 15 mil copias (1999), mientras que "Rey Sol" (2000) no llegó a las 15 mil. Peor le fue a "Naturaleza sangre" (2003.- su último disco de estudio- porque no logró los 10 mil. |