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Memoria Bochinche 16/8/2005

16 de Agosto de 2005 | 00:00 |
Escuchar tema Escucha un medley de los éxitos de Los Bochincheros

Producto de la TV en blanco y negro, el programa infantil de los ’70 y ’80 vuelve en CD y DVD. Sepa qué hay detrás de cada éxito de Los Bochincheros, y qué es lo que hacía el tío Memo cuando no estaba al aire en el programa: "Mucha meditación, mucha oración, estudiar muchísimo las religiones en general, el hinduísmo, el zoroastrianismo, el cristianismo, el judaísmo. Todo", dice. Así habló Memo Bochinche.

Grandes éxitos del boche
Domingo Sandoval

-¿Cómo apareció tu faceta de autor?
"Mira, los seres humanos tenemos muchos canales internos que vamos tapando de a poco para condicionarnos socialmente. Porque si socialmente expresáramos todas nuestras percepciones, sensaciones y angustias, todo lo que percibimos humanamente y divinamente, no encajaríamos socialmente. Entonces uno de esos canales míos es que yo escucho estas canciones antes. Y así tengo miles de canciones escritas y hechas que nunca han salido a la luz, de otro orden también, románticas, tropicales, en fin. A mí estas canciones me sonaban en la cabeza como muy fáciles para que cantaran los niños".

-Hablemos de algunas canciones: ¿Cómo recuerdas haber escrito "La colita"?
"‘La colita es mía’ es una canción que hice en un acto de repudio. Porque veía cómo los niños sufrían cuando la mamá los engañaba diciéndoles que no les iba a doler, y es mentira: una inyección duele. Y ante esas cosas me rebelaba. Y así muchas canciones nacieron de cosas personales. El ‘Manolito zapatero’ era un zapatero que vivía al frente de mi casa, arreglaba los zapatos de todos los niños del barrio. Todas esa vivencias fueron plasmadas en música".

-"Mi ombliguito".
"El ombliguito fue también como un acto de protesta".

-¿Sí? Era bien rebelde el programa, parece.
"Sí, yo te diría que sí. Porque se trataba de que los niños gritaran y expusieran sus puntos de vista. Hasta ese entonces los papás decían ‘Tú eres niño, anda a dormir, no te sientes en la mesa’, había mil cosas en las que los niños no participaban. Y el tema era que hasta se contaba mucho el cuento de que los niños vienen de París, y que la cigüeña y la cacha de la espada. Y era una cuestión muy burda, porque en el año ’76 los cabros chicos ya cachaban todo el mote. Entonces ‘El ombliguito’ vino a ponerle un sello a ese cuento, a decir ‘No, nosotros venimos de la guatita de la mamá, fuimos alimentado por ella nueve meses por el ombliguito, que posteriormente lo cortaron’".

-¿Los niños no entendían cosas distintas? Yo pensaba en una manguera de verdad. ¿Ellos no hacían sus propias interpretaciones?
"Mira, nunca. Más interpretaciones he recibido ahora, que los Bochincheros están grandes y he tenido tantas satisfacciones del trabajo en aquella época. Muchas cosas que hicimos inconscientemente tuvieron una gran repercusión en los niños".

-"El eco".
"Normalmente íbamos al campo en el verano, nunca a la playa, y había una quebrada en la que se producía eco. Estábamos en la perspectiva de crear una canción sobre eso, pero que fuera repetitiva: Eco, co, co, co; Mamá, ma, ma, ma. Resultaba un poco imposible de armonizar. Ahí la formulamos como una ronda".

-"Hola, don Pepito".
"Es de los payasos Gabi, Fofó y Miliki, unos payasos españoles famosísimos, y me la trajo una amiga que tenía en el sello Odeon".

-"El auto de papá".
"Tuve la oportunidad de estar en Buenos Aires y de conocer a (el animador de programas infantiles) Pipo Pescador. Pipo cantaba ‘El auto viejo de papá’, y me autorizó para regrabarla".

-"Hola hola" tenía un estilo más de rocanrol.
"Era sensacional, porque los cabros gritaban, se les salían las venas".

-¿Quién es Mario Norese, que aparece como autor del "Himno de los Bochincheros"?
"Cuando llegué a Chile después de trabajar en Montevideo, conocí en el sello Asfona a un señor que componía canciones, y tenía estas canciones infantiles por ahí, guardadas, olvidadas. Él me las tarareaba y yo me las llevaba al canal y las hacía. Él es Mario Norese. El himno es mío, pero le dije que lo inscribiera él. En ese tiempo yo pensaba que el Pequeño Derecho de Autor era pequeño. Ahora me doy cuenta de que no es tan pequeño".

-¿Cómo componías, en qué instrumentos?
"Toco un poco de piano, un poco de guitarra, un poco de bajo, y me rodeé siempre de buena gente. Los mejores músicos de Chile pasaron por los Bochincheros".

-¿Quiénes? ¿Tenías a los músicos en el set?
"Sí, en el set. Roberto Lecaros, el maestro Lecaros, tocando piano y trompeta, (Marcos) Aldana tocando saxo, Pepe Ibarra en el bajo, mi hermano Daniel, alumno de Guillermo Rifo en batería, Guillermo Soto. El maestro Nelson Naranjo también estuvo. Normalmente el Pepe Ibarra era el director de la orquesta".
David Ponce


El empresario radial Domingo Sandoval empezó en ese trabajo a comienzos de los años ’70, y en una emisora con historia. Fue discjockey del programa "El súper expreso de Minería" en los inicios de su carrera.

"Y hay cuestiones que son bonitas. El primero que ocupó ese sillón fue Raúl Matas. El segundo, Ricardo García. El tercero, César Antonio Santis. El cuarto, Nelson Hoffman. Y quinto fui yo", recuerda con satisfacción, hoy que es el dueño de la cadena de emisoras Montecarlo, con 39 estaciones en todo Chile. Sólo una cosa extraña pasó en medio. Entre 1976 y 1983, de lunes a viernes durante siete años, Domingo Sandoval fue en realidad Memo Bochinche, más conocido como el tío Memo, animador del programa para niños "El show de los Bochincheros".

Con un jockey, una chaqueta de buzo y un elenco en el que figuraban también personajes como las tías Pucherito y Huichipirichi, los payasos Piolín y Tiquitaca y una pequeña chancha llamada Piggy, Memo Bochinche no sólo salió al aire por canal nueve, antecesor del actual Chilevisión. Además fueron hechos cuatro discos con canciones del programa, y el debut fue grabado con el grupo de cámara Sexteto Hindemith que dirigía Guillermo Rifo. Una selección de los tres primeros, Somos los bochincheros (1976), Las palabras mágicas (1977) y La colita es mía (hacia 1980) es la que recoge el reciente disco doble Los bochincheros: un CD con canciones y un DVD con imágenes originales del programa.

"Alcanzamos a hacer el primer long play en el estudio donde fue grabada toda la Nueva Ola en Chile: los estudios Splendid, que estaban en Catedral", recuerda hoy Memo Bochinche, a bordo del auto que lo lleva desde su sello disquero a una radio para empezar un día de promoción. "La orquesta la dirigió Nino García, que en ese tiempo tenía diecisiete años. Y en esos años el Sexteto Hindemith tocaba música seria, con Guillermo Rifo, (Emilio) Donatucci… ellos apostaron por nosotros y fueron los que acompañaron nuestro primer long play.

-¿No está hecho con guitarras ni baterías?
"Noo, no, está grabado a muy buen nivel. Nino García era un niño al que le gustaba mucho la música seria, entonces nos llevó a ese terreno", dice Bochinche, y justo suena su celular. "Mira, voy a hablar con la Pucherito. Aló. Hola, cómo estai tú. Nos encontramos a las cinco en Mega. Cinco, cinco y media".

-¿Qué recuerdas de esas sesiones?
"Hay una cosa muy divertida, porque nos llamaron con la Pucherito para poner las voces en una canción que se llama "La tabla del dos", y la cantamos mal y quedó mal grabada hasta el día hoy. Supuestamente descuadrado. Pero fíjate que quedó tan bien hecha la equivocación que ni se nota. Ah, y otra cosa: el ‘Himno de los Bochincheros’ parte con ‘Boche, bochinche, bo-chin-cheros’, y nos dimos cuenta ahí de que necesitábamos un coro. Y salimos a la calle, en Catedral, y empezamos a recoger gente: oficinistas, mujeres, un grupo de veinte personas que metimos en el estudio. Mucho después, hará un cinco o seis años atrás, yo iba en un avión para Miami, y viene un tipo y me dice ‘Hey, oiga, usted me debe una grabación a mí. ¿No se acuerda de que me llevó a grabar?’"

-¿Cómo le fue al disco?
"Salió ese long play y vendió más de treinta mil copias. Después hicimos con Nino García un segundo long play, ya con los músicos de la orquesta de Horacio Saavedra. Y al final grabamos un cuarto, con Willy Bascuñán, en vivo, unas interpretaciones de canciones que se perdieron en el tiempo y tengo la esperanza de volver a grabar alguna vez. Por ejemplo ésa: ‘Manolo y Ricardito se fueron a pasear / Y al pasar un río tenían que nadar’. O ésa: ‘Hola, río, cómo estás / he venido a jugar / a mirar cómo corren tus aguas’. Hay otra que decía ‘Buenos días, buenas tardes, buenas noches’, ¿te acuerdas? Según cómo nos vaya con la venta de este álbum vamos a hacer un esfuerzo de sacar otro con las canciones que nunca se han editado".

Tras el fin del show original en 1983, Memo Bochinche hizo dos temporadas con el programa "Éxito" de Pollo Fuentes en 1986 y 1987, y luego partió a Centroamérica, donde trabajó hasta 1992. "Hay un quinto disco que grabé en Guatemala, con canciones que no se conocen en Chile, que son muy lindas", dice, en alusión a El show del tío Memo (1991).

-¿No se llamaba "El show de los Bochincheros"?
"No, porque allá decir bochincheros tiene connotación de guerrilleros, y estaba la guerrilla muy fuerte".


De Cacho Bochinche a Zaratustra

El origen de "El show de los Bochincheros" fue el programa uruguayo "El show de Cacho Bochinche", que Domingo Sandoval conoció durante una estada en ese país.

"Yo trabajaba en Montevideo y veía este programa. De ahí copiamos los formatos. El animador, Cacho de la Cruz, me traspasó concursos y mucha sabiduría que él tenía", recuerda.

-¿Era muy terrible la competencia en ese tiempo? Uno cambiaba la tele y veía al tío Alejandro en el canal trece, a la tía Patricia en el siete, al tío Memo en el nueve
"Sí, pero yo era muy amigo del tío Alejandro, de Alejandro Michel Talento y de su mujer venezolana. Fui muy amigo de Armando Navarrete, que también hacía un programa infantil, "Sacapunta". Con Armando éramos compadres. Con la Tía Patricia me hubiera gustado ser más amigos, pero ella nos discriminaba un poquito, sí".

-¿Participaste en la selección del DVD?
"No. Mira, estos mundos interiores de que te estoy hablando yo, que cada uno tiene sus canales, la madurez me ha hecho entenderlos y respetarlos. La óptica que tú tienes sobre un tema es distinta a la que tiene una segunda o tercera persona. Yo a eso le llamo cáncer. Tú originas tu cáncer y no quieres que te mejores. Entonces dejo hacer. La mirada de las otras personas es súper importante".

-¿Cómo pasaste de hacer un programa de música en la radio a uno infantil en la televisión?
"En el año 75 estuve en la televisión en un programa de comentarios de música donde llevaba a artistas como el Coco Legrand. Y ese mismo año se me murió una hija a mí. De un añito y medio. Fue una cuestión tremenda. Y después de eso me viene la inspiración de Los Bochincheros. Hay una deuda que yo reconozco en todas partes: el compañero de trabajo mío era Alejandro Fortuño, productor de prensa de Canal 9 y locutor de radio Minería, y fue él el que me dijo ‘Mira, Domingo, lo tuyo son los niños’".

-¿Recuerdas el primer programa?
"Sí. Fue una cuestion tan impresionante, porque yo no me había visto nunca en movimiento. Entonces yo grabo esta cuestión, y estaba en la radio y veo la televisión y fue rarísimo. Era como que mi alma se había salido de mi cuerpo. Y veía que me movía para todos lados, que hacía cantar a los niños, y me reía y me reía… Fue una cuestión casi traumática".

-¿Casi un desdoblamiento?
"Era una cuestión como desdoblamiento. Me era difícil entender, porque lo que más había era una fotografía. No existía el video: si nos equivocábamos había que empezar a grabar todo de nuevo".

-¿Cómo lo ves ahora?
"Mira, íntimamente encuentro que existe algo mágico. Si nos vamos a la metafísica, o a la física misma, podemos determinar que el tiempo es una sensación, ¿no es cierto?, y que la eternidad en algún minuto de la existencia del planeta y del universo existe. Entonces: es tan milimétrico el diseño que aparece este compacto, este medley, estas imágenes, y para mí son como si las hubiera hecho ayer, por una parte. Por otra parte es como si ese personaje nunca hubiera sido yo. Y por otro lado siento que la gente que vivió conmigo me quiere y me respeta y está en la misma onda mía. Mucha de esa gente, te diría que más del cincuenta por ciento, está en la onda espiritual. O sea, alguna respuesta quiere del tema".

-¿Igual que tú?
"Igual que yo, obviamente. Estoy en el tema. Y cuando estaba en Los Bochincheros yo estaba en el tema"

-¿En el tema espiritual?
"Claro. Estudiando, leyendo y aprendiendo. Mucha meditación, mucha oración, estudiar muchísimo las religiones en general, el hinduísmo, el zoroastrianismo, el cristianismo, el judaísmo, todo.

-¿Zoroastrianismo?
"Sí, los zoroastrianos. Los tres reyes magos eran zoroastrianos. Eran los que veían los planetas, y por eso descubrieron que apareció una estrella y nació Jesús. Zoroastro vino a enseñar al mundo la veneración al fuego. Yo era muy inquieto en esa época".

-¿Hablas de oración como la entiende un católico, un cristiano?
"Es la conexión. En la cual yo te estoy hablando a ti y te estoy hablando vía satélite, por así decirlo. Es decir, vía el espíritu. Yo no te podría engañar porque no te estoy hablando a ti, en definitiva. En esa canalización se entienden los niños. Si le vas a mentir a un niño estás cometiendo el peor crimen que nunca en tu vida será perdonado. Tienes que estar en una expectativa muy sana, muy limpia, y saber que lo que le vas a decir te lo estás diciendo a ti mismo".

-¿Cómo se manifiesta esa espiritualidad en tu vida?
"Bueno, la búsqueda nunca termina. Ser un buscador es un principio de flexiblidad, de aceptación, de tolerancia. Yo soy bahá’í. Abrazo hace veinte años la fe bahá’í y eso me ha hecho muy tolerante. Tengo una excelente relación con los árabes, con los budistas, con los hinduístas, con todo el mundo y creo que, más que todo, como resumen te diría que lo más grande es el ser humano. Y que sobre nosotros están los profetas que tienen conocimiento de todo lo que fue y lo que será, y que sobre los profetas está Dios. Y que nos debemos a un formato macro y microcósmico en el cual invariablemente estamos regidos por las mismas leyes".

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