Vienen llegando de una gira con un disco grabado en ciudades y campos de Chile, pero siguen haciendo cueca urbana. Con Los Trukeros se siente: la chingana está presente.
Grabaciones en vivo, cuecas inéditas y registros junto al público incluye en segundo disco del grupo, Trukeros de visita.
David Ponce
Entre octubre de 2004 y enero de 2005, los ocho integrantes de Los Trukeros se dedicaron a recorrer una docena de ciudades como Valparaíso, Viña de Mar, Quillota, Rancagua, San Fernando, Curicó y Rauco, con un espectáculo itinerante basado en su disco
Cuecas bravas (2003) y también en cuecas que el grupo fue componiendo sobre la marcha. Una por lugar visitado, escrita y estrenada en cada ciudad.
"En el mismo viaje nacían las letras y la música. Todas hablan de cosas típicas, desde boliches a calles. Teníamos una cueca incompleta, recogíamos datos de ese lugar, la armábamos y el público en el espectáculo iba llenando estos versos que faltaban", explica Carmen López, actriz y cantante del grupo. "Usábamos papelógrafos. Entonces se la hacíamos súper fácil. La letra estaba medio escrita y ellos la terminaban", agrega el acordeonista Dángelo Guerra.
Ahora, cuatro de esas cuecas de provincia están en el nuevo y segundo disco del conjunto: se llaman "Te recorro el recoveco", de Valparaíso; "El valle del río loco", de San Fernando; "Cerro Condell", de Curicó, y "Posada del Corregidor", de la capital. Por eso el disco se llama
Trukeros de visita (2005). "Nació justamente de eso, de todo lo que se recogió en esta itinerancia", dice Carmen, y entre lo recogido hay registros en vivo, cuecas inéditas y las grabaciones con el público.
–¿Todas las cuecas del disco son originales?
"Sí. Yo diría que lo único que no es Trukero son las cuecas que hicimos con el público, que las consideramos también de ellos. En el primer disco hicimos tres cuecas que no eran nuestras, como "Palmero", "La diuca con el chincol", que son del folclor, porque sentíamos la necesidad de hacer un homenaje. Pero en éste quedaron temas (nuevos) afuera".
–¿No es difícil atreverse a escribir una cueca, con toda esa tradición que existe?
"No. Yo creo que para hacer una cueca hay que tener la claridad de la métrica, y de buscar una historia redondita, porque las cuecas son crónicas cortas", argumenta el acordeonista. "Y es conocer la tradición. No alejarse de la raíz".
La excepción a la regla es "Agonía de un brígido", que Los Trukeros sí tomaron de otro grupo de nueva cueca urbana, Los Porfiados de la Cueca, y que Carmen López adaptó junto al cuento "Canto y baile", del escritor chileno Manuel Rojas. "(El cuento) habla justamente de la chingana y de esas fiestas donde nació la cueca. De la casa de la María de los Santos, un personaje que incluso sale en algunas cuecas que conocemos", explica ella.
La alineación completa de Los Trukeros incluye a Carmen López (voz y pandero), Rodrigo Miranda y Pablo Guzmán (voz y guitarra), Pavel Aguayo (voz, guitarra, chinchín), Dángelo Guerra e Inti González (voz y acordeón), Max Cárcamo (voz y bajo) y Ángelo Cabrera (batería), además del pianista invitado César Fuentes. De ellos, Miranda, Aguayo, Guerra, González y Cárcamo son autores de canciones, y Los Trukeros figuran entre los grupos más inclinados a buscar nuevos rumbos a partir de la raíz purista.
"Nos atrevimos a hacer introducciones más largas, que no necesariamente están en (el tradicional compás cuequero de) seis octavos", dice Carmen. "Entonces hay una estructura interesante para el oído. No escuchas lo mismo todo el rato, por eso no te satura", agrega Guerra. "Tiene que ver con una propuesta de espectáculo folclórico urbano distinto, que la gente igual agradece", concluye la cantante.
–¿Cómo fue tocar estas cuecas en ciudades donde a lo mejor están habituados a la cueca campesina?
"Prende bien, en la juventud más que nada. Lo de nosotros también tiene que ver con la puesta en escena", dice el acordeonista. "Es como un viaje. Lo que hacemos no es sólo un concierto donde uno va a escuchar una cueca tras otra y a bailar, sino que uno viene a ver, a escuchar, a sentir, es más amplio", coincide ella.
–¿Y qué les pasa con la misma raíz campesina a ustedes, que son urbanos? ¿Hay un contacto real con el campo que ustedes no ha tenido?
Guerra: "Es que la cueca en realidad es una. Lo que cambia son los exponentes. Para que entiendas, Sylvia Infantas (cantante de los grupos Los Baqueanos y Los Cóndores en los años ’50 y ’60), por ejemplo, le pone un aspecto cuico a la cueca que nunca lo ha tenido y nunca lo tendrá tampoco. Pero la cueca campesina sí tiene su cuento, es un poco más simple melódicamente y es más rápida. Cuando fuimos a Rauco, de donde es uno de mis maestros, el (payador) Chincolito de Rauco, estaban todos tocando chilena, cuecas apuraditas, pero con todo el salero y todo el espíritu".
–¿Y las cuecas que hicieron en esas ciudades tienen ese carácter?
"Por ejemplo la cueca de San Fernando quedó bien chinganera, pero también violetera, de la Violeta (Parra). Es campesina, pero está toda la chingana de acá, con pandero y con eja oja. Todo el rato está la chingana presente".
Agenda
Los Trukeros actuarán el 16 y el 17 de septiembre a las 21 horas en Galpón 6 de calle Chucre Manzur, Bellavista, con La Patogallina Saunmachín. $3.000. |