La carátula del último álbum. |
LONDRES.- La cantante estadounidense Madonna presentó anoche su nuevo disco, "Confessions on a dance floor", en la discoteca Koko de Londres, donde hace veintidós años debutó en el Reino Unido.
Vestida de púrpura de pies a cabeza, la diva del pop salió al escenario desde el interior de una inmensa bola brillante al son de "Hung Up", canción que encabeza la lista de sencillos más vendidos en el Reino Unido.
La primera vez que Madonna se presentó en el Koko Club, antes conocido como Camden Palace, era una cantante desconocida que venía de lanzar en Estados Unidos su primer éxito, "Everybody".
En la actualidad, con más de 200 millones de discos vendidos alrededor del mundo, madre de dos hijos, casada con el cineasta Guy Ritchie y radicada en Inglaterra, la artista de 47 años es una de las estrellas más admiradas del planeta.
Las entradas a este exclusivo concierto se sortearon en varias estaciones de radio del mundo. Sólo mil personas resultaron afortunadas, 200 de las cuales consiguieron su entrada después de hacer cola desde el día anterior a las puertas del club nocturno del norte de la capital.
En un actuación, alabada hoy por la crítica británica, la diva del pop interpretó cinco temas, entre ellos "Keep Together", "I Love New York" y "Let It Will Be".
Su último álbum, "Confessions on a dance floor" ("Confesiones en una pista de baile"), está compuesto por doce temas, la mayoría escritos y producidos por la propia Madonna y Stuart Price, afamado productor, mezclador, pinchadiscos, y director musical de la gira "Reinvention Tour".