Consuelo prepara su último disparo, antes de recibir otro de parte del comisario Rivas. Fue la caída de la asesina que se robó la teleserie en el último tramo de ''Dónde está Elisa?''.
TVNSANTIAGO.- Estaba la duda acerca de si Consuelo Domínguez, una de las más descabelladas villanas que recuerde la historia de nuestras teleseries, agregaría un crimen más a su lista de asesinatos en el final de "Dónde está Elisa?", la más exitosa producción nocturna de TVN que hoy emitió su último capítulo.
La mitad de los televisores del país, de acuerdo con los 51 puntos de rating promedio (y 57 de peak) que marcó la emisión, seguían los últimos pasos del personaje que encarnó notablemente Paola Volpato, que partió pasadas las 22 horas encañonando a su propia hija y a su hermano, aunque ya cercada por la Policía.
Pero no hubo más víctimas. Tras un forcejeo con Raimundo Domínguez (Francisco Melo), la asesina de Elisa, Juanita y Bruno huyó por las viñas de su familia, hasta que un disparo del comisario Camilo Rivas (Álvaro Rudolphy) la detuvo. El grito dramático de la apresada criminal —luego condenada a cadena perpetua— fue una de sus últimas manifestaciones en la teleserie, antes de que el capítulo final diera un giro hacia los demás conflictos de su trama.
De este modo, la historia cerró con la que, para muchos, podría ser la gran decepción del epílogo, luego de que se sepultara toda posibilidad de que Rivas y Francisca Correa (Sigrid Alegría) terminaran juntos. "Yo la amé y sé que podría volver a hacerlo", fue la propuesta del comisario, pero la madre de Elisa (con la tumba de ésta como testigo) le respondió con la misma solemnidad de tintes paranormales que la acompañó en el último tramo de la teleserie: "En otra vida, a lo mejor", le dijo.
Así, la limítrofe y disfuncional pareja que encarnaron Raimundo y Francisca terminó de lo más feliz y recompuesta, más encima con Gaspar y Florencia (los hijos de Consuelo y Bruno) integrados ahora como uno más a la familia.
Igual de reparador fue el desenlace para la pareja homosexual de Ignacio (Álvaro Morales) y Javier (César Caillet). El primero logró aproximarse a su ex esposa Olivia (Francisca Imboden), y hasta su homofóbico hijo Sebastián (Christian Sève) terminó mirándolo sin recelos. Con esa carga fue al encuentro de Javier, quien se fue a escondidas a Argentina, pero que en el aeropuerto terminó prometiéndole al ex de su mejor amiga que "tú y yo vamos a volver a estar juntos".
La escena final, en tanto, fue como sacada de una serie policial de los 80. Luego de que Rivas coqueteara con Pamela (Alejandra Fosalba), el prefecto Néstor Salazar (Mauricio Pesutic) le cuenta que ya tienen un nuevo caso para atender ahora ya. Entonces los policías se suben a su camioneta blanca, encienden la baliza y se van por una autopista urbana a luchar por la justicia, con una música de fondo que ya se habrían querido en "Starsky & Hutch" o en "Chips".
Así fue como apareció la palabra "Fin" en pantalla, minutos después de que la voz de la Fiscal Castañeda (Patricia López) informara a la audiencia que Consuelo Domínguez, ahora como una más en la cárcel, pasaría el resto de su vida en prisión.
Y si "Dónde está Elisa?" se las arregló para generar comentarios día tras día, no podemos esperar otra cosa a partir de este preciso minuto, más aun con la mitad de los televisores encendidos sintonizando el capítulo final —mientras la Selección retrasaba su partido en Talcahuano para evitar una catástrofe de audiencia—.
La memoria de la adolescente secuestrada ya está reivindicada, la asesina paga sus culpas con creces, la familia Domínguez está feliz y los policías se visten de héroes. ¿Quedó conforme? Bueno, que comience el comidillo final.