Una emocionada Isabel Allende durante la videoconferencia en la que agradeció el valorado premio.
Christian Zúñiga, El MercurioSANTIAGO.- "Si el premio me lo hubieran dado mis colegas, no me lo llevó nunca. Esto fue una campaña de los lectores". Así se refirió la escritora Isabel Allende a la obtención de el Premio Nacional de Literatura 2010, un galardón que estuvo antecedido por una intensa polémica, ya que sectores políticos iniciaron una campaña para posicionarla como favorita.
"Nunca me postulé al premio. La primera vez lo hizo Pablo Huneeus y la segunda vez fue Delia Vergara, contra mi voluntad, porque yo no quería ponerme entre las patas de los caballos de nuevo", afirmó la escritora desde Estados Unidos en entrevista con TVN.
La entrega del premio a la autora de "Paula" fue criticada por los escritores más puristas del país, ya que la carrera de Allende está marcada por una fuerte presencia en el mercado internacional.
Allende consideró que existe una suerte de molestia ante el éxito que ha logrado con su obra, que no es necesariamente algo explicado por la envidia. "En Chile, como en muchos países, no se perdona el éxito, salvo que uno sea futbolista", dijo.
A pesar de las críticas, Allende recibió con alegría el reconocimiento. A través de una videoconferencia, la periodista se mostró muy emocionada e incluso lloró de felicidad. La escritora de "La casa de los espíritus" dijo con lágrimas en los ojos que este premio es el más importante que ha recibido en su vida y en su carrera.
"Le voy a dedicar el premio a los mineros, porque en este momento son los héroes chilenos del Bicentenario, más que cualquier héroe de la patria. Ellos han levantado la moral de Chile y han demostrado de lo que son capaces (...) Ha sido una lección extraordinaria para Chile y para el mundo", dijo posteriormente la autora a TVN.
La próxima visita de Allende al país está agendada para el próximo 16 de septiembre, ya que decidió celebrar el Bicentenario con el resto de los chilenos. Posteriormente, es posible que se tome un año sabático, pese a que algunos dicen que es "imposible" por su incansable ritmo. "Eso es lo que dice mi familia y mis amigos, que es imposible, pero la verdad es que tengo que cargar las baterías. Necesito estudiar, leer y descansar un poco", manifestó.
El Premio Nacional de LIteratura está dotado por $16 millones y una renta vitalicia de 20 UTM.