''Para mi gusto es todo un material de excelencia'', dice sobre ''Los 80'' Daniel Muñoz, cuyo personaje (Juan) anotó anoche uno de los momentos más emotivos, en su reconciliación con el de Tamara Acosta (Ana).
Canal 13SANTIAGO.- No hubo eventos especiales ni toda la parafernalia que rodea a los primeros y últimos capítulos de una teleserie, pero en el entorno de "Los 80" la satisfacción igualmente se vivió tras el final de la tercera temporada. Quizá, incluso, de forma más intensa, ya que el elemento que la determina no es otro que la convicción de un trabajo bien hecho y la percepción que de ello tiene el público.
"Es que es un muy buen trabajo, bien hecho, dirigido al público, con la única intención de que la familia chilena se pueda reconocer en este viaje a los años 80, y evaluar su situación actual en relación a cómo éramos antes. Para mi gusto es todo un material de excelencia, y por lo mismo ha sido reconocido. Son distintos elementos que hicieron que el público premiara a la serie ayer con una gran sintonía", dice Daniel Muñoz sobre los 32,2 puntos de rating que promedió el emotivo episodio de anoche.
El actor que interpreta a Juan Herrera cree que no se trató de "un happy end, pero sí queda una sensación de misión cumplida frente a la audiencia. La emoción es el combustible que mueve a la serie, y fue un capítulo bien emocionante, con todo justificado. Quedó como queríamos: Abierta la puerta para seguir contando la historia de los Herrera", que sufrieron la partida de Claudia (Loreto Aravena), obligada a dejar su hogar ante el inminente acoso de la CNI.
-Cuando partió la serie, más orientada a retratar aspectos sociales y familiares, ¿pensaste que iba a llegar a este punto, con agentes de la CNI, frentistas y balaceras, entre otros elementos?
-No, pero era lógico que para allá fuera. Estamos contando la vida de los 80, y eso era parte del diario vivir. Si bien no empezó como una serie política, porque la familia Herrera era como la gran mayoría de los chilenos, que estaba en medio de una batalla, también pasó que esa mayoría que estaba al margen empezó a involucrarse, porque era inevitable: Abrieron los ojos, se dieron cuenta de lo que pasaba realmente. Así se fue desarrollando "Los 80", y así va a terminar.
-En nuestros espacios de comentarios, por ejemplo, se dan debates bien politizados en torno a la serie...
-Me parece excelente que "Los 80" genere discusión. Es lo que hace falta, sobre todo con una época que mucha gente bloquea, y por eso mismo muchos no ven la serie. Porque una cosa es lo que pasó, pero otra cosa es lo que se muestra en "Los 80", que es cómo se vivió la época a través del sentimiento. Que ahora se produzca esa catarsis, que la gente opine sin miedo, es un tremendo logro de la serie y del Canal. Es una serie importante para Chile, donde no puede haber reconciliación si no se mete el dedo en la llaga de una herida que sigue abierta.
Enemigos internos
La cuarta temporada, entonces, debería continuar esa senda iniciada en la tercera, pese a que Muñoz aún no ha recibido guiones y a que deja entrever una dificultad siempre presente, en algunos estamentos del propio Canal 13.
"Sé que Rodrigo Cuevas, que es el responsable de todo lo que decimos, y el Tito Gesswein, que es el responsable de la serie y el que la ha cuidado de la cantidad de enemigos que ha tenido, están elaborando la cuarta temporada con mucho cuidado", cuenta el actor.
-¿Quiénes son esos enemigos?
-El principal en un principio fue el Canal, que no estaba pasando por una buena situación de administración, entonces la serie peligró durante dos temporadas seguidas. Y Tito Gesswein —que es la persona más valiosa que tiene el Canal, y que no ha sido valorado en su gran magnitud— la peleó muchísimo, pasó momentos muy desagradables para conservar el proyecto. Él peleó con estos mandos medios, que dicen que pesan un kilo, pero pesan medio. Hay mucha gente oportunista en el medio televisivo, con poder, que conspira para que proyectos como éste no logren salir a la luz. Prueba de eso es el pésimo horario que tuvo una serie excelente como "Volver a mí". Ése es un error imperdonable. La gente que comete esos errores está en el Canal, y significan una constante lucha para que programas valiosos logren tener vida. El fantasma que tiraba al Canal 13 hacia abajo todavía no ha desaparecido.
-¿Crees que eso pueda cambiar con la nueva administración, de quienes se espera mayor pragmatismo por el hecho de ser empresarios?
-Eso espero, pero no he tenido muy buenos comentarios. Todavía queda lastre, no fue una gran limpieza como pensé yo que iba a ser. Hay problemas todavía. Aún está difícil la cosa, y espero que eso no conspire contra el objetivo de esta nueva administración, que es continuar la senda que planteó precisamente "Los 80", como una especie de referente. Ahora, ellos pueden tener la intención, pero hay una serie de trámites y de personas que pueden conspirar contra eso.