Kylie Minogue durante la promoción de su película en Cannes.
ReutersCANNES.- "Parece un sueño" estar en el Festival de Cannes, aseguró hoy la cantante australiana Kylie Minogue, quien se pasea por la ciudad francesa al participar en la radical y surrealista película del Leos Carax "Holy Motors", que dividió a la crítica como ninguna otra cinta en competencia.
Minogue regresa a sus inicios artísticos en Australia, cuando trabajó en series de televisión, antes de convertirse en una de las cantantes de música pop más aclamadas del mundo.
"Ha sido una experiencia muy rara y hermosa", aseguró Minogue, quien conoció a Carax a través de Claire Danis y canta en directo durante la actuación en "Holy Motors".
"Formar parte de la familia de Leos ha sido una experiencia muy intensa, tierna y emotiva", aseguró la cantante, quien confesó que al principio estaba aterrorizada por su regreso al set.
El autor de "Los amantes del Pont Neuf" (1991) estrenó en la sección oficial a concurso una película radical y surrealista centrada en un hombre (Denis Lavant) que interpreta diversos personajes y es conducido en limusina por las calles de París entre un episodio y el siguiente en el que actúa. En una de esas situaciones aparece además la actriz Eva Mendes encarnando a una modelo.
Para algunos críticos, es una reflexión sobre el estado del cine actual; otros aseguran que ofrece la sensación de entrar en un sueño, hay quienes hablan de un juego que se va destapando como las muñecas rusas, pero para otros fue simplemente un tedioso ejercicio experimental.
Lo que sí ha conseguido la película de Carax es crear un encendido debate entre la crítica: "Es horrorosa y pretenciosa. Cuando más pienso en ella, más furiosa me pone, porque me parece un ejercicio estético completamente vacío", aseguró la crítica brasileña Neusa Barbosa, del sitio "Cineweb".
Sin embargo, el crítico francés Romain Blondeau, de la revista "Inrockuptibles" habló de "obra maestra". "No habíamos visto al director en 14 años y sigue siendo un poeta, pleno de lirismo, que cree en el poder del cine, de la imagen. Es nuestro último romántico", aseguró.
En rueda de prensa, Carax, que aspira a la Palma de Oro, apenas quiso hablar sobre la película y respondía con vaguedades a las preguntas de los periodistas, especialmente las relacionadas con el significado del film.
"Claro que quiero que la gente vea mis películas (...) Si le gusto a alguien, me siento bien", explicó el director, quien aseguró además que no hace películas de masa. "Hago películas privadas", comentó.