ROMA.- En las ciudades italianas de Vicenza, Verona, Padova, Modena, Bologna, Florencia, Arezzo, Spoleto y Orvieto, jóvenes chilenos iniciaron actividades a nivel diocesano y viven sus primeros encuentros con la cultura religiosa de Europa.
Con la acogida en público de las distintas delegaciones de jóvenes se iniciaron, este jueves 10 de agosto, las actividades preparatorias a la XV Jornada Mundial de la Juventud, en cada una de las nueve diócesis italianas que albergan a los cerca de cinco mil peregrinos venidos de Chile.
También, hoy jueves, comenzaron las visitas a los principales templos y lugares de culto del pueblo italiano. Muy temprano, los jóvenes chilenos acogidos en la diócesis de Padova, participaron en una liturgia celebrada en la Parroquia de San Juan y San Pablo en la hermosa ciudad de Venecia, a unos quinientos kilómetros al norte de Roma.
Padova, es una de las diócesis más apartadas asignada a la delegación chilena, recibiendo en total a cuatrocientos peregrinos venidos de la Prelatura de Calama, las diócesis de Iquique, Copiapó, La Serena, Valparaíso, Melipilla, Talca, Chillán, Los Angeles, Puerto Montt, y de las capillas Agua Viva de Maipú y Nuestra Señora de los Pobres de Huechuraba, ambas pertenecientes a la Arquidiócesis de Santiago.
Pasado el mediodía y cuando la temperatura ambiente superaba los treinta grados, un centenar de jóvenes visitaban la Basílica de San Marcos y la Plaza contigua del mismo nombre.
Vistiendo sus poleras y gorros entregadas por la Vicaría de la Esperanza Joven, los peregrinos de Chile se entremezclaron con una multitud que por estos días visita la Italia antigua y miles de otros jóvenes provenientes de todos los puntos del mundo que visitan este país para participar en la XV Jornada Mundial de la Juventud, a celebrarse del 15 al 20 en Roma.
Terminal ferroviario de Verona
Esta tarde, seguían llegando peregrinos a la ciudad de Verona para integrarse a las actividades preparatorias a la XV Jornada Mundial de la Juventud, en la Diócesis del mismo nombre.
Jorge Parraguez, encargado chileno en esta diócesis, calificó como excelente la acogida brindada a los peregrinos de Chile por la comunidad de la región del Veneto.
"Cada una de las nueve parroquias han demostrado una gran preocupación por recibir de la mejor forma a los chilenos y han reparado en todos los detalles para ofrecer un alojamiento y una alimentación adecuada a nuestros peregrinos", sostuvo Parraguez.
Agregó que esta gentileza de la comunidad de Verona ha tenido una respuesta similar por parte de los jóvenes chilenos. "Ayer, nuestros peregrinos juntaron dinero entre ellos y organizaron una fiesta en la que regalaron sus poleras, gorros y distintivos de la delegación chilena en un gesto recíproco de amistad, gratitud y fraternidad por quienes les han acogido".
