WASHINGTON.- La secretaria de Estado norteamericana Madeleine Albright, habló este lunes con la Agencia Central de Inteligencia (CIA) sobre la desclasificación de "la mayor cantidad posible" de documentos sobre la era Pinochet en Chile, indicó este lunes el departamento de Estado.
Albright "habló con el director de la CIA George Tenet esta mañana", dijo el portavoz del departamento de Estado, Richar Boucher. Según el vocero, Albright y Tenet "están trabajando juntos en este proyecto, para tratar de que haya la mayor cantidad posible de documentos desclasificados, tomando en cuenta la necesidad de proteger fuentes y métodos".
Un responsable del departamento de Estado indicó que Albright informó a Tenet sobre su visita a Chile la semana pasada y la preocupación de que Estados Unidos siga reteniendo documentos. La CIA había anunciado hace menos de dos semanas que se negaba a publicar ciertos archivos secretos.
"Tenemos que proteger nuestras fuentes y métodos, y queremos asegurarnos que al publicar esos documentos no estamos comprometiendo metodología de inteligencia'', dijo Anya Guilsher, portavoz de la CIA.
Los documentos retenidos formaban parte de la publicación prevista a mediados de setiembre de una nueva tanda de unos 11.000 documentos desclasificados por Estados Unidos sobre el régimen de Pinochet.
"Se trata de documentos voluminosos y esperamos poder cumplir con la fecha del 14 de setiembre prevista para la publicación", dijo Boucher.
El rechazo de la CIA a la publicación de archivos considerados sensibles suscitó denuncias de que los servicios secretos quieren ocultar pruebas de un presunto papel directo en el golpe que condujo a la dictadura del general Augusto Pinochet (1973-1990).
Según Peter Kornbluh, director del proyecto Chile de la organización independiente National Security Archives, que investiga desde hace años los documentos desclasificados, "la CIA está tratando de ocultar su propio papel en la violencia política y los abusos de los derechos humanos en Chile".
Inicialmente favorable a la llegada al poder de Pinochet por considerarlo como una barrera al avance del comunismo en América Latina, Washington tomó posteriormente distancia ante la brutal represión desatada por su protegido.