SANTIAGO.- En un comunicado de prensa el presidente del Partido Socialista, Ricardo Nuñez, respondió a las declaraciones del jefe de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Pablo Longueira, y anunció que "no le seguiremos el juego".
El senador Nuñez, indicó hoy que no tiene interés en seguir el juego a Longueira, quien lo emplazó a que presente una querella en su contra como condición para demostrar que algunos actuales senadores socialistas, como José Antonio Viera Gallo, no intentaron un supuesto complot para atentar contra la vida de jueces en 1972.
El dirigente socialista sostuvo que como parlamentario está preocupado de responder a las inquietudes de la gente, a los desafíos del país y por "lo tanto no le vamos a dar en el gusto a una persona cuya obsesión raya en el fanatismo".
"El fue quien nos acusó. Si tiene una prueba, yo voy a renunciar a mi fuero, señor Longueira y a todas las leyes que eventualmente me puedan proteger, pero no voy a presentar una querella porque lo que usted quiere es recorre el país diciendo que es víctima de los socialistas y no le vamos a dar en el gusto", afirmó Nuñez.
Agregó que "la discrepancia mostrada por el presidente de Renovación Nacional, Alberto Cardemil, en cuanto al tono de las acusaciones formuladas por su socio de la UDI, demuestran que está tratando de recuperar la dignidad de su partido, porque la conducta de Longueira está perjudicando a la alianza y la imagen de Joaquín Lavín".
En opinión de Nuñez, "si Lavín quiere ejercer liderazgo tiene la obligación de ordenar su sector, porque la agresividad y la permanente búsqueda de odiosidad para entenderse con el resto de las fuerzas políticas del país, lo único que está logrando es aislar a la UDI y generar problemas con RN".
Nuñez atribuyó la actitud de Longueira "a su grado de fanatismo y a una estrategia para justificar lo que no puede, es decir su silencio durante 17 años en los que se violaron sistemáticamente los derechos humanos".
Agregó que también responde a una disputa que mantiene con Renovación Nacional, en la que su plan es endurecer el discurso "para ganarse al pinochetismo".
