SANTIAGO.- Con las felicitaciones del Presidente de la República, Ricardo Lagos, finalizó a las 17:23 horas, la Gran parada Militar 2.000 con que las Fuerzas Armadas conmemoran las Glorias del Ejército.
El desfile comenzó cerca de las 15:30 horas y como es tradicional se efectuó en forma impecable.
"Felicito a todos los que han participado aquí, dijo Lagos cuando el comandante general de la Guarnición Militar de la Región Metropolitana, general Sergio Candia, se acercó al palco de honor para informarle al jefe del Estado que el desfile ya había culminado.
En principio y por primera vez en 28 años, desde la caída de Salvador Allende, y en medio de una gran expectación, el jefe de la Guarnición de Santiago, general Sergio Candia, pidió autorización a un mandatario socialista para comenzar el acto.
"Autorizado, general", fue la respuesta de Lagos quien presidió el desfile en compañía de su gabinete, los cuatro jefes de las ramas castrenses y de Orden, el arzobispo de Santiago, los presidentes de ambas ramas del Congreso y el presidente de la Corte Suprema.
El arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz, reconoció el lunes pasado la tensión reinante entre militares y gobierno, al afirmar que "se bloqueó la voluntad de diálogo y la búsqueda de consensos, reaparecieron las recriminaciones y las agresividades".
El año pasado, el desfile conocido como Parada Militar, que recuerda las glorias del Ejército, también se realizó en medio de una gran tensión, producto del prolongado arresto en Londres de Pinochet, quien hoy se encuentra en su residencia de Los Boldos, a 120 kilómetros de Santiago.
Tras el retorno de la democracia en marzo de 1990, esta fecha no ha estado exenta de polémicas.
El presidente Patricio Aylwin (1990-1994) sufrió en el primer año de su gobierno el bochornoso desaire del Ejército cuando el entonces jefe de la Guarnición de Santiago, general Carlos Parera, no respetó el estricto protocolo y no pidió autorización para iniciar el desfile.
La actitud le valió la baja de la institución dos años después.
Hoy se temía que pudiera ocurrir lo mismo, pero días antes trascendió que, ante una situación similar, el Presidente Ricardo Lagos podía retirarse del solemne acto.
Tras el inicio del desfile, la situación se distendió y ocho mil efectivos militares marcharon frente a la tribuna presidencial.