Siles, el universitario. Con Lillian Elphick, Andrés Morales, Margarita Niemayer, y Sonia y Felipe Vilches. "Quiero señalar que no he venido aquí a crear polémica. No busco confrontación alguna, me trae más bien un espíritu de reencuentro...".
El canciller boliviano Juan Ignacio Siles se veía tranquilo, pero enfático en su discurso ante la asamblea general de la OEA de Quito, hace menos de un mes.
Los ojos de toda Bolivia estaban puestos en él. También los de buena parte de los chilenos, o al menos de aquellos con los que compartió importantes años de su vida.
Porque el canciller boliviano no sólo es hijo de madre chilena (su madre, ya fallecida, era hermana de Jaime del Valle, ex ministro de Pinochet), sino que también vivió y estudió en Chile, durante su adolescencia.
Entre los 19 y los 23 años, para ser más exactos.
El departamento de El Salvador
Después de vivir en varios países del mundo debido a la carrera diplomática de su padre, en 1980 el joven Juan Ignacio Siles, decidió venirse a estudiar a Chile, donde se matriculó en licenciatura en letras en la Universidad de Chile.
Era la época de
Siles, el integrante de una prometedora generación.
En ese tiempo, la sede de esa carrera había sido trasladada desde la calle Marcoleta al campus La Reina. Y Siles, que arrendaba un pequeño departamento en el sector de El Salvador con Providencia (más tarde compraría uno en la calle California), se trasladaba todos los días hasta la precordillera, con una fuerte vocación literaria y con un vasto bagaje cultural que lo hizo destacar de inmediato en medio de una promoción particularmente talentosa.
"Era una persona muy seria, con una gran vocación por los estudios literarios, con una base cultural sólida, con una gran calidad de lenguaje. De finísimo trato y gran amabilidad".
Así se refiere a él Lucía Invernizzi, profesora de literatura hispanoamericana y chilena en la Universidad de Chile, quien fuera profesora de Siles durante su estadía en nuestro país y quien no escatima elogios para su ex alumno:
"Era muy inteligente. De una inteligencia fina, tanto a nivel de relaciones, como en el terreno de sus intereses académicos. Tenía una formación consistente. Era un gran lector. Se manejaba dentro de la tradición literaria con bastante dominio", explica la académica, quien también dirigió la tesis de grado con la que el actual canciller boliviano se tituló con honores de esa universidad.
Pero más allá de sus elogiadas actividades académicas, Siles participó activamente también en actividades extracurriculares en la universidad, creando talleres y tertulias literarias, concursos de cuento y poesía, así como también en la creación de distintas publicaciones que conforman parte de
los versos del poeta-canciller..
Ya en su época de estudiante de letras, Siles manifestaba su inclinación por la problemática latinoamericana.
Rápidamente se convirtió en ayudante de la asignatura de literatura hispanoamericana y chilena, y al mismo tiempo, demostraba un creciente interés por el escritor argentino Eduardo Mallea, no sólo en cuanto su obra narrativa, sino también sus ensayos.
Fue precisamente basada en la obra de Mallea, que Siles hizo su tesis de grado en la Universidad de Chile, junto a la doctora Invernizzi: "En esa época yo hacía unos cursos y seminarios sobre varios autores de comienzos del siglo 20, entre ellos Mallea. En este momento no recuerdo el interés particular de Juan Ignacio en este autor argentino, pero como era un alumno muy destacado, lo recibí con la mejor disposición para que trabajáramos juntos. Creo que teníamos una cercanía a nivel personal a propósito del trabajo académico. Había una relación cercana, que favorecía el trabajo de tesis en el que hay que trabajar codo a codo con la otra persona".
Así, el paso de Juan Ignacio Siles por licenciatura en la Universidad de Chile marcó de manera importante a la gente que lo conoció de cerca. "Sus compañeros y profesores lo recordamos con mucho aprecio y estimación", afirma Lucía Invernizzi.
Pero apenas terminó la carrera, Siles partió a Bolivia y después de permanecer ahí durante un año, viajó a Georgia (Estados Unidos), para desarrollar su tesis doctoral: "Hombre nuevo y Reino de Dios: antecedentes ideológicos de la narrativa boliviana de la guerrilla".
Hoy, veinte años después de su paso por Santiago, la vida puso a Juan Ignacio Siles en una situación no deseable: estar en medio de una fuerte disputa con el país donde estudió, Chile.
Porque más allá de parapetarse en una férrea posición y en los recovecos del protocolo y la política, Siles sabe que Chile también es parte de su historia.