Los efectivos chilenos fueron aplaudidos en su desfile en Buenos Aires. |
SANTIAGO.- El drama ocurrido en la VIII Región y la posibilidad de que aumente considerablemente el número de militares muertos sólo tiene un antecedente que lo supera en gravedad: la tragedia de Alpatacal.
Se trata del peor accidente militar en tiempos de paz, con 12 muertos, y lo que allí ocurrió es recordado con dolor por el Ejército.
Incluso en la Escuela Militar, el patio central se llama Patio Alpatacal, donde existe un monolito con el nombre de las víctimas de esta tragedia, ocurrida el 7 de julio de 1927.
En esa época, el gobierno chileno recibió una invitación para que una delegación de la Escuela Militar desfilara el 9 de julio en el marco de las celebraciones de la independencia nacional argentina y del centenario del nacimiento de Bartolomé Mitre.
El gobierno chileno aceptó la invitación y se recuerda que el Presidente de la época, Emiliano Figueroa, le hizo ver al ministro del Interior de entonces, Carlos Ibáñez del Campo, su preocupación por el desplazamiento ante los riesgos de la nieve en la cordillera. Ibáñez fue tajante en la respuesta:
"Si es necesario, que atraviesen la cordillera a pie, para eso son soldados".
Así, los efectivos chilenos partieron a Argentina y no tuvieron dificultades al atravesar la cordillera a bordo del Ferrocarril Trasandino. La comitiva la integraron dos compañías que iban a cargo del director de la Escuela Militar, José María Barceló.
El primer punto de enlace en territorio argentino fue Mendoza, donde los jóvenes fueron muy bien recibidos para después continuar viaje a Buenos Aires, sin sospechar siquiera que una tragedia los estaba acechando.
Fue en la pequeña Estación de Alpatacal, en la madrugada del 7 de julio, que el convoy en el que iban los cadetes chocó de frente con otro que estaba detenido.
El saldo fue terrible: 12 cadetes muertos, 31 heridos, varios de ellos graves. Al coronel Barceló lo fueron a rescatar de entre los fierros, pero lanzó la frase que quedó para la historia: "Salven primero a mis cadetes".
Igual desfilaron
Pero además de la tragedia, uno de los hechos por lo que este episodio sigue siendo recordado es la decisión que tomó finalmente Carlos Ibáñez del Campo, quien ya había sido elegido Presidente el 22 de mayo.
El 16 de julio de 1927 "El Mercurio" informó del retorno triunfal de los militares chilenos tras su paso por Buenos Aires. |
A pesar del drama vivido, el gobernante decidió que el contingente debía desfilar igual.
El ministro de Defensa de la época explicó así la decisión: "la continuación del viaje de una compañía a Buenos Aires obedece al cumplimiento del deber que la Escuela contrajo al aceptar el gobierno la invitación del gobierno de Argentina; y este deber, grato en toda circunstancia, no puede dejar de cumplirse, cualesquiera que sean los obstáculos que la delegación encuentre".
Así fue como continuaron viaje a la capital argentina 120 cadetes a cargo de cinco oficiales, los que finalmente desfilaron en medio de la admiración y numerosas muestras de respaldo de la población argentina.
La prensa argentina tapó con elogios a las fuerzas chilenas:
"Bajo una lluvia de flores, el heroico resto de la brillante falange de soldados enviada por Chile, desfiló esta tarde por nuestras calles. El pueblo los hizo objeto de una manifestación jamás vista en Buenos Aires. Se les aplaudía y vitoreaba sin cesar".
Alpatacal ocurrió a inicios del siglo XX, y muchas plegarias se elevan hoy para que una tragedia parecida no se repita al comenzar el siglo XXI, esta vez con la Cordillera de los Andes como escenario.