SANTIAGO.- Patricia Troncoso, la activista por la causa mapuche en huelga de hambre desde el 10 de octubre, se encuentra en riesgo de morir, dijeron hoy integrantes de un equipo médico independiente que la examinó.
Troncoso, que cumple una sentencia a diez años de prisión por el incendio de un bosque en La Araucanía en 2001, "está en grave, grave riesgo vital", aseguró a radio Bío Bío la doctora Berna Castro, miembro del equipo que visitó a la mujer en el hospital de Chillán.
La activista fue trasladada a esa ciudad, a 401 kilómetros de Santiago, hace varios días, porque ahí vive su familia, pero sus parientes alegan que igualmente no han podido visitarla y recurrieron a la Justicia para tratar de revertir la medida, adoptada por las autoridades carcelarias.
La mujer estaba recluida en la cárcel de Angol, donde inició el ayuno —sólo ingiere líquidos—, junto a otros tres comuneros condenados en el mismo caso, pero que depusieron el movimiento en diciembre, a petición de autoridades de la Iglesia Católica.
La huelga busca presionar a las autoridades por un nuevo juicio, ya que los comuneros y Patricia Troncoso fueron procesados y condenados en el marco de la Ley Antiterrorista. Además, demandan la libertad los que llaman "presos políticos" mapuches y la "desmilitarización" de la zona donde desde hace varios años se desarrolla un conflicto entre los indígenas, que reclaman como propias tierras pertenecientes a empresas forestales y agrícolas.
Según la doctora Berna Castro, "Patricia Troncoso en cualquier momento puede morir. Ella está en la etapa tres, el máximo nivel de gravedad, muy, muy grave", insistió.
Castro explicó que este fin de semana se constató una grave deficiencia inmunitaria, parámetros que implican que "está entrando cada vez más en una etapa de desenlace irreversible". Agregó que pese a los informes acerca de la gravedad de la activista, los médicos de Gendarmería la mantienen en una sala en la que no hay monitores cardiovasculares ni equipo de reanimación.
A su juicio, lo más conveniente es que la mujer sea trasladada a Santiago, porque en Chillán "está aislada, y sufriendo tortura y presión, porque los gendarmes instalan una mesa y comen delante de ella".