EMOLTV

Los 10 momentos que precedieron al milagro en la mina San José

El llanto del ministro Golborne al informar del primer derrumbe y la madre que se enteró recién una semana después de que su hijo estaba atrapado son algunos de los hitos que marcaron la angustiosa espera.

22 de Agosto de 2010 | 23:02 | Por Natacha Ramírez, Emol

SANTIAGO.- Las emociones más extremas y contrapuestas se vivieron durante estos 17 días de incertidumbre en las afueras de la mina San José. Desde la impotencia y frustración de los familiares y rescatistas al ver los numerosos intentos fallidos por llegar a los mineros atrapados, hasta la euforia desbocada al conocer el imborrable mensaje que puso fin a la agonía: "Estamos bien en el refugio los 33". Pero en el medio hubo muchos matices, pequeños momentos de esperanza, de tensión y hasta situaciones insólitas que reflejamos en este recuento.










Foto  

El llanto más significativo


Sábado 7 de agosto: El primer gran traspié en el rescate de los mineros se vivió dos días después del accidente, cuando el ministro de Minería, Laurence Golborne, notoriamente afectado por la situación, le avisó a las familias que se habían suspendido las labores debido a un nuevo derrumbe que bloqueó la chimenea de ventilación, por donde los rescatistas intentaban ingresar. Luego de que el ministro se quebrara, uno de los familiares le pidió un favor: "La fortaleza tiene que tenerla usted, tiene que darnos la esperanza".


 

 









Foto  

El mayor golpe anímico


Domingo 8 de agosto: Luego de que durante la noche reinara la desazón entre los familiares de los mineros, la esperanza volvió a surgir durante la mañana, cuando nuevas e imponentes máquinas llegaron hasta la mina San José para iniciar una nueva estrategia de rescate: La instalación de seis sondas, mediante los cuales se pretendía hacer contacto y enviar agua y alimento a los trabajadores. Desde entonces, el ánimo volvió a apoderarse de las familias.




 









Foto  

La coincidencia más triste


Martes 10 de agosto: Justo durante el lapso en que los trabajadores se encontraban atrapados sin dar señales de vida, se conmemoró en el país el "Día del Minero", instaurado sólo un año antes. Debido a las circunstancias, la jornada tuvo un carácter especial y simbólico, en que todos los mineros encomendaron a San Lorenzo, su patrono, la vida de sus compañeros y en el norte se suspendieron los festejos que estaban programados.




 









Foto  

El mayor escándalo


Martes 10 de agosto: A pocos días del accidente comenzaron a surgir antecedentes sobre la falta de seguridad al interior del yacimiento. Uno de los éstos lo entregó el ex director regional de Sernageomin Atacama, Anton Hraste, quien indicó que la mina fue clausurada en el año 2007, luego de un accidente que cobró la vida de un minero. Por este motivo, sostuvo que la mina nunca debió haber sido reabierta, responsabilidad que atribuyó a las autoridades que lo sucedieron en el cargo.




 









Foto  

La decisión más drástica


Miércoles 11 de agosto: A casi una semana del derrumbe en la mina San José, el Presidente Sebastián Piñera tomó la primera medida administrativa: Destituyó a los tres principales directivos del Sernageomin, incluidos el director nacional, Alejandro Vio. La decisión la adoptó debido a que a esa entidad le correspondía fiscalizar las condiciones de seguridad del yacimiento. Asimismo, el Mandatario anunció una profunda reestructuración del organismo.




 









Foto  

La frase que causó más revuelo


Jueves 12 de agosto: Mientras las labores de sondaje avanzan más lento de lo esperado, el ministro Golborne da un vuelco en el discurso y emite una polémica declaración mientras está en Santiago: "Las probabilidades de encontrarlos con vida son bajas". La frase cala hondo entre los familiares de los mineros, que califican los dichos como "crueles" y cuestionan al ministro por no habérselos dicho a la cara. Más tarde el ministro viaja a la zona y se reconcilia con las familias.




 









Foto  

La situación más insólita


Viernes 13 de agosto: Pese a que el accidente en la mina San José era un tema nacional y las identidades de los mineros atrapados eran ampliamente difundidos en la prensa, una madre recién se enteró de que su hijo estaba en la lista. Se trata de una mujer de 68 años que vive en el poblado de Tierra Amarilla, al interior de la Región de Atacama, quien fue alertada del hecho por unos conocidos y luego acudió a una comisaría donde le confirmaron la noticia. Gracias a la ayuda de Carabineros, la mujer pudo trasladarse ese mismo día hasta el yacimiento minero.




 









Foto  

La mayor frustración


Jueves 19 de agosto: Todo el país estaba expectante ante la posibilidad de entablar, al fin, el primer contacto con los mineros, gracias a una sonda que estaba en la profundidad requerida. Sin embargo, el rescate volvió a truncarse. Increíblemente, la sonda llegó a los 720 metros y no encontró el refugio, al parecer debido a que los mapas entregados por la empresa estaban obsoletos. La situación provocó profunda tristeza y desconcierto entre los familiares, que no se explicaban cómo los cálculos podían haber fallado.




 









Foto  

El momento más tenso


Jueves 19 de agosto: Luego de que los sondajes sufrieran su último traspié, los cercanos a los mineros perdieron la paciencia y los pirquineros intentaron ingresar a la mina San José para colaborar en las labores de rescate. Los trabajadores pretendían empezar a cavar en paralelo a la colocación de las sondas, lo que fue impedido por las autoridades debido a razones de seguridad. A partir de ese momento, los efectivos policiales reforzaron las medidas de vigilancia en los alrededores del yacimiento.




 









Foto  

La mayor alegría


Domingo 22 de agosto: Sin duda, la imagen que se quedará grabada de esta hazaña es el sorpresivo mensaje que enviaron los trabajadores desde el interior de la mina: "Estamos bien en el refugio los 33". Esas palabras bastaron para desatar la euforia de los familiares y la emoción de las autoridades y rescatistas, mientras que el país se volcó a las calles a manifestar su alegría con banderas y bocinazos. De ahí en adelante, todas las escenas que vinieron fueron un regalo: La carta de Mario Gómez, las primeras imágenes de los mineros agitando los brazos y acercándose a la cámara...




 
EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?